Aunque una semana más tarde que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, también ha tenido fiesta con aire nupcial y el doble de invitados que el regidor capitalino: un millar. Al «estilo Galicia»: con pulpo, gaitas y Fátima Pego, cantante de una de las más icónicas orquestas de la comunidad, la Panorama, como intérprete del himno gallego.

Rueda buscó el simbolismo político y galleguista al trasladar del Parlamento al Parque de Bonaval (el entorno de la iglesia que acoge el Panteón de Galegas e Galegos Ilustres) su segunda toma de posesión. Sin embargo, quinielas sobre hipotéticos conselleiros al margen, la analogía que primó en toda la jornada fue la de la boda de Almeida.

El escenario ‘verde’ ayudó y que fuese un caluroso sábado de abril de 30 grados. Y el propio presidente dio alas a la comparación al difundir una foto en redes sociales con sus hijas Marta y Beatriz ayudándole a colocarse la corbata, como si del novio en una boda se tratase.

Los muy numerosos invitados (que superaron con creces cualquier convocatoria de las últimas tomas de posesión en el Pazo do Hórreo) contribuyeron a incidir más en la idea de boda, eso sí, de las de «estilo Galicia» a la que no falta ni el último vecino del pueblo.

Acto de presencia hicieron desde sus más allegados hasta su peluquero o quien le sirve los cafés en el bar Canón de Pau por las mañanas, pasando por representantes destacados de la sociedad civil y autoridades. No faltó casi nadie, aunque hubo quien echó de menos a la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, entre el millar de invitados.

Pero al margen de los ‘obligados’ por el carácter institucional del acto –como la alcaldesa de Santiago, la nacionalista Goretti Sanmartín, en la fila prioritaria como autoridad destacada, o las voces principales de BNG, Ana Pontón; y PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, en segunda fila–, Rueda estuvo arropado por la cúpula del PP con su antecesor, Alberto Núñez Feijóo al frente.

También acudieron Cuca Gamarra y Miguel Tellado; el ministro de Transportes, Óscar Puente, como representante del Gobierno de España, y cuatro presidentes autonómicos con los que Rueda tuvo después una comida: el socialista Adrián Barbón (Asturias), y los mandatarios populares de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; Aragón, Jozge Azcón; y Murcia, Fernando López Miras. Tampoco faltaron José Manuel Romay Beccaría, toda la cúpula del PPdeG, o el senador Manuel Baltar.

TODOS LOS EXPRESIDENTES DE GALICIA: SUS ÚNICAS CITAS «HISTÓRICAS»

Además, participaron en el evento los expresidentes socialistas de Galicia Emilio Pérez Touriño y Fernando González Laxe. De hecho, ambos junto con Feijóo, acompañaron a Rueda antes del acto a realizar una ofrenda floral en el Panteón. Él se acercó y depositó un centro en el que primaban las rosas blancas y otras flores de tono azul (los colores de la bandera de Galicia) sobre la tumba de Castelao.

Fue unos diez minutos antes de que arrancase el acto formal, que se liquidó en una media hora. Juró con la mano derecha sobre el Estatuto de Autonomía –como había hecho en mayo de 2022, cuando se convirtió en sexto presidente autonómico tras relevar a Feijóo después de asumir este las riendas del PP estatal– y, a continuación, pronunció un discurso en el que se extendió unos 18 minutos.

Más allá del «estilo Rueda» prometió «estilo Galicia» y reivindicó concordia y unidad mientras (en castellano en las referencias estatales) advertía que quien quiera romper principios «comunes» del autonomismo le tendrá «enfrente». Y subrayaba que «Galicia aspira a todo», apelando a que necesitará hacer el camino de esta XII Legislatura acompañado porque en la comunidad, como él la concibe, hay sitio «para todos».

Y en una semana en la que fue muy comentada la ausencia de referencias literarias en su discurso de investidura, Rueda ha hecho gala de conocerse a sí mismo y ha puesto él solo el dedo en la llaga bromeando en su intervención que no es él de «muchas citas históricas». Pero este sábado sí quiso parafrasear fragmentos de intervenciones de sus cinco antecesores como presidentes de la Galicia autonómica.

UN PRESIDENTE EMOCIONADO

Si Feijóo era muy dado a emocionarse en este tipo de actos, a Rueda también se le ha entrecortado la voz en un par de ocasiones, sobre todo cuando recordó a su padre, ya fallecido, José Antonio Rueda. «Estaría muy orgulloso de este camino en el que estoy y que me dijo que en ningún caso debería seguir. Sé que estaría orgulloso», ha dicho.

Antes, tuvo palabras de cariño para sus hijas Beatriz y Marta; su mujer, Marta Coloret; y su madre, Lola de Valenzuela, presentes en el acto al igual que otros allegados. Si a sus hijas las ha erigido en «críticas implacables», de su mujer ha afirmado que su «consejo sincero es lo que más agradece del mundo». Tampoco su madre, que lo «conoce» dese que nació, ha afirmado, «se corta» en darle su opinión.

DEL HIMNO CON ARPA AL ‘MIUDIÑO, MIUDIÑO’ Finalizado su discurso, Fátima Pego, cantante de la Panorama, ha interpretado el himno gallego con el apoyo del arpa de Roi Casal. Y llegó el cierre del acto con decenas de asistentes queriendo hacerse un ‘selfie’ con el presidente.

Por supuesto hubo hueco para Feijóo y dirigentes populares. Y si a Feijóo en el congreso del PP en Sevilla le recibieron a ritmo de ‘A Rianxeira’, este sábado a Rueda le cantaron el ‘Miudiño’.

Las gaitas tuvieron también un marcado protagonismo en el acto hasta en dos ocasiones, mientras Rueda hacía la entrada a ritmo de la Antigua Marcha del Reino de Galicia, interpretada por la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense. Y durante la ofrenda floral, cuando la Banda de Gaitas de la Provincia de Pontevedra interpretó una pieza musical.

MENÚ CON PROTAGONISMO DE PRODUCTOS GALLEGOS

Poco antes, el jefe del Legislativo había cogido el micrófono para bromear con que se iba a «repetir» todo el acto antes de invitar a los asistentes a ir a la zona de las mesas redondas del cóctel. El formato, de nuevo, luego reforzado por música ambiente, volvía a evocar a un casamiento.

El «refrigerio» al que aludió Santalices, elaborado por estudiantes de hostelería, tuvo los productos gallegos como protagonistas: un surtido de empanadas y canapés, tabla de quesos gallegos y embutidos, salpicón de habas de Lourenzá y mejillón de Galicia y pulpo ‘á feira’. De postre, bica, tarta de almendra y ‘brownie’. Vinos blanco y tinto de denominaciones gallegas, cerveza de barril de Estrella Galicia, agua y refrescos para beber.

El ambiente tardó en llegar al cóctel porque antes tocó la ronda de fotos y felicitaciones con el presidente gallego, pero en un día de risas nerviosas y con algún conselleiro más esquivo que otros –este domingo Rueda dará a conocer su nuevo Gobierno– todos coincidían en que las mesas redondas son óptimas para las quinielas.

«Muy propicio para los corrillos, ¡si supiéramos algo!», bromeó uno de los asistentes interpelado por Europa Press. Rueda se fue minutos antes de las 15,00 horas, para comer con los presidentes autonómicos, y si la tardanza se pudiese equiparar con tranquilidad, dos de los conselleiros más ubicados en la órbita de Rueda fueron los últimos en irse: Alfonso Villares (Mar), a quien después se le pudo ver por algún bar de la zona, y María Jesús Lorenzana.

A primera hora, a las puertas del lugar donde se celebró la toma de posesión de Rueda también hubo dos movilizaciones, en medio de un gran control policial. Una de personal público temporal que han denunciado, en declaraciones a Europa Press, que «están siendo abusados» por las Administraciones públicas y «quieren que se les de una solución conforme a la doctrina europea»; y de vecinos de As Fragas do Eume.