El diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, exige al Gobierno en el marco de la comparecencia de la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, una actuación decidida para «otorgar una jubilación digna a las personas trabajadoras de la sanidad pública», de forma que demandará que se regule la jubilación para mayores de 60 de largas vidas laborales.
Así, Rego reclama «acabar con la discriminación» que afecta al personal de la sanidad y llevar a cabo una negociación con el sector para la aplicación de coeficientes reductores para la jubilación voluntaria del personal.
La actual legislación recoge la posibilidad de que el Ministerio de Seguridad Social regule la edad mínima de jubilación en todos aquellos grupos o actividades profesionales con trabajos de naturaleza penosa, tóxica, peligrosa o insalubres que acusen elevados índices de morbilidad y mortalidad. Asimismo, estas normas permiten establecer coeficientes reductores para anticipar la edad de jubilación en el actual sistema.
«A pesar de este marco, el sector sanitario que presenta una elevada tasa de problemas de salud laboral e incluso están expuestos a riesgos biológicos, químicos y riesgos sicosociales, continúa esperando a que los distintos gobiernos tengan en consideraciones sus condiciones de trabajo y permitan acogerse a las normas aprobadas», recuerda el diputado del BNG en el Congreso.
Además, existen estudios que recogen que los turnos rotatorios provocan el desarrollo de enfermedades coronarias y cerebro-vasculares, así como la depresión, al síndrome metabólica y al cáncer, entre otras.
ENVEJECIMIENTO PREMATURO
La propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que una persona con un empleo a turnos sufrirá un envejecimiento prematuro de cinco años por cada 15 trabajados de noche.
Otro aspecto que se debe considerar a la hora de evaluar el derecho a la jubilación anticipada del personal sanitario es el impacto que en él tuvo la pandemia de la covid-19 que supuso, durante meses, la suspensión de sus derechos laborales y un elevado número de contagios, así como actualmente diversos diagnósticos de covid persistente.
El BNG avisa de que todas estas cuestiones «afectaron especialmente a las personas mayores de 60 años que, durante los peores meses de la covid, continuaron prestando asistencia para garantizar el bienestar de la población, a pesar de que su propio estado de salud también se estaba viendo afectado».
Así, la organización nacionalista demanda a Saiz su compromiso para que, en el marco legislativo vigente, se negocie con el personal sanitario los coeficientes reductores para la jubilación voluntaria del personal de sanidad, cuando la trabajadora o trabajador los 60 años.
De la misma manera, pide que se apruebe un real decreto este año para regular la jubilación de los trabajadores de la sanidad, mayores de 60 años y con largas vidas laborales, de más de 40 años de prestación de servicio.
SITUACIÓN DE LAS MUJERES
Asimismo, el BNG considera importante tener en consideración que, pese a ser una área profesional diversa, el sector sanitario está principalmente formado por mujeres, en muchos casos, «con una vida laboral dilatada de más de 40 años de servicio, prestado en turnos rotatorios». Pese a ello, solo pueden optar a la jubilación anticipada cuando tengan 63 años cumplidos, más de 40 años de vida laboral continuada y asuman una penalización del 13 por ciento de descuento.
«Conforme a la legislación vigente, este gobierno debe acabar con la discriminación de género, siendo una área profesional especialmente feminizada. La discriminación de género no debería ser tolerable para un gobierno progresista», considera Rego.
Las personas trabajadoras en el ámbito de la sanidad pública «deberían tener la misma consideración que la de otros ámbitos laborales altamente masculinizados, que sí gozan de coeficientes reductores para su jubilación».