La sesión de control al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha servido, una vez más, de arena preelectoral en la que, además del habitual enfrentamiento entre el mandatario autonómico y los grupos de la oposición, ha sido motivo de reivindicación por parte del PSdeG y BNG del pacto firmado entre socialistas y nacionalistas para la investidura de Pedro Sánchez.
Así, y sin mencionarse expresamente, la viceportavoz del PSdeG, Begoña Rodríguez Rumbo, ha reivindicado la utilidad de los «siete» diputados socialistas, usando una máxima ya empleada en muchas ocasiones por el BNG, al contratar el peso de estos representantes con los del PP gallego.
Mientras, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, se ha arrogado el «impulso de la agenda gallega» y los acuerdos plasmados en el pacto. «El BNG está haciendo el trabajo que no hace el Gobierno y está tratando de solucionar el problema que creó el PP», ha enfatizado, en relación concreta a la condonación de la deuda, para remachar: «Si no es capaz de ayudar, no ponga palos en las ruedas».
En este escenario, el presidente gallego ha minimizado el acuerdo, al respecto del que aseguró que se repiten puntos ya incluidos para la anterior investidura, por lo que ha considerado que es un pacto de «rebajitas» o, en otra comparación, de «garrafón». Es más, en su intervención, ridiculizó el papel del Bloque con respecto al PSOE y sugirió que son los ‘tontos’ «útiles» del PSOE, palabra la de ‘tontos’ que no llegó a pronunciar para que no se «ofendiese» Pontón.
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