El PSOE de Santiago ha censurado la «utilización partidista» que, denuncian, supone la visita de la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, al Ayuntamiento compostelano, en donde ha sido recibida por la alcaldesa, Goretti Sanmartín.
También ha criticado el PP de Santiago esta visita, a quien en días previsos Pontón acusó de aplicar diferente vara de medir con ella que con respecto a 2011 cuando Gerardo Conde Roa recibió en la Casa Consistorial al entonces líder de la oposición y presidente del PP, Mariano Rajoy.
A este respecto, el portavoz de los populares compostelanos, Borja Verea, ha distinguido ambas visitas y ha referido que en 2011 «el PP gobernaba con 13 concejales y no con seis como hace actualmente el BNG». Además, en una respuesta a petición de Euruopa Press, Verea justifica que «el PP recibió a Rajoy acompañado del presidente de la Xunta, máxima institución gallega, no como hoy, donde Ana Pontón no representa a ninguna institución».
El portavoz municipal de los populares ha hecho extensivas las críticas a que «si lo que propone el BNG para Galicia es lo que está haciendo Sanmartín en Santiago en estos cien días», confía en que los gallegos «estén tomando buena nota». En este sentido, ha criticado que la gestión de Sanmartín ha sido la de «contratar a sus amigos sin ninguna vergüenza, cancelar los símbolos de Santiago como el Apóstol o reírse de sus socios».
Por su parte, el portavoz del Grupo Socialista, Gonzalo Muíños, en que esta actuación de la alcaldesa la ha hecho «a conciencia frente a la sumisión de Compostela Aberta que continúa mostrando que su voz en este gobierno va camino de la intrascendencia».
«NO SE INVITÓ A OTROS PORTAVOCES»
El portavoz de los socialistas ha recalcado que en esta visita «no se invitó a otros portavoces», como se hace cuando acude otra autoridad o entidad social, y por ello ha criticado que Sanmartín «haga de la Casa Consistorial la casa del BNG, confundiendo institución y partido».
Ante estos hechos que califican de «graves por la anomalía institucional que esta visita supone», Muíños concluye que es la «continuación de una actitud que vieron desde el primer momento y que se agudizó en estos últimos» tiempos.
A este respecto, asegura que Sanmartín «también confunde el pleno de la corporación con la asamblea del BNG, que es la que realmente tiene la última palabra en cada cuestión de la ciudad», quedando «su veredicto siempre por encima de cualquier consideración de la oposición y de la opinión de Compostela Aberta».