El líder del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado este miércoles que no concibe un Congreso de los Diputados «con pinganillos», aunque él es gallego y habla las dos lenguas. Dicho esto, ha criticado que los ciudadanos «paguen» para que los políticos se entiendan en las sesiones de la Cámara Baja cuando pueden comunicarse en castellano.
«Puigdemont y Díaz no necesitaron traductor», ha afirmado Feijóo en un mensaje en la red social ‘X’, antiguo Twitter, en alusión al encuentro que mantuvieron el pasado lunes en Bruselas la vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, y el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Feijóo ha expresado su rechazo a la reforma exprés del Reglamento de Congreso que prepara el PSOE para usar catalán y euskera en el debate de investidura del líder del PP previsto para los días 26 y 27 de septiembre.
«Soy gallego y hablo mis dos lenguas, pero no concibo un Congreso con pinganillos. Si todos los políticos nos comunicamos en la lengua común, no procede que los ciudadanos paguen para entendernos en el hemiciclo», ha proclamado.
EL PSOE PREVÉ REGISTRAR UNA PROPOSICIÓN DE LEY
En concreto, el Partido Socialista está preparando una reforma exprés del reglamento del Congreso para poder utilizar el catalán, el euskera y el gallego en el debate de investidura de Feijóo.
El plan es registrar una proposición de ley esta misma semana, pactado con las formaciones nacionalistas e independentistas, con idea de que pueda ser admitida por la Mesa del Congreso en su reunión del próximo martes y se tramite por el procedimiento de urgencia, lo que supone acortar los plazos parlamentarios a la mitad.
Mientras la proposición de ley se aprueba en el Pleno, para lo que necesita mayoría absoluta y que no se desmarque ninguna de las formaciones minoritarias, la Mesa del Congreso, gracias a esa mayoría de PSOE y Sumar, iría ya contratando de urgencia traductores para el debate de la investidura de Feijóo. Previsiblemente también habría que repartir cascos para que los diputados y los servicios de taquigrafía pudieran seguir los discursos en lenguas cooficiales.