El portavoz parlamentario del PP gallego y miembro del equipo redactor del programa de los populares para las generales, Pedro Puy, ha afirmado que la «línea de trabajo» que mantuvo Alberto Núñez Feijóo durante sus años al frente del Gobierno gallego será la que «seguirá» si llega a La Moncloa después de las elecciones generales del 23 de julio.
A preguntas de los medios durante una rueda de prensa celebrada este lunes en el Parlamento gallego, Puy ha señalado que el programa con el que concurrirán los populares a la cita de julio será «moderado» y estará «centrado en los problemas de las personas».
El portavoz del grupo mayoritario en la Cámara autonómica ha iniciado su comparecencia ante los medios con una condena del crimen machista de Oia (Pontevedra) a manos de su expareja, un agente de la Guardia Civil del que tenía una orden de alejamiento.
El popular ha tachado lo sucedido de «intolerable» y ha incidido en la necesidad de mejorar la «coordinación entre todas las administraciones» para hacer frente a la «lacra» de la violencia contra las mujeres.
Preguntado por la postura que tiene Vox sobre la violencia machista obliga a Feijóo a moderar su discurso, Puy ha defendido que el líder de su partido «siempre» ha hablado de la violencia de género como «una lacra».
«No soy quien para decir lo que piensa Vox», ha declarado Puy, que ha resaltado los «muchos acuerdos» alcanzados en Galicia con los grupos de la oposición en materia de protección de las víctimas de violencia machista.
PROGRAMA GENERALES
Sobre el programa, el portavoz popular ha dicho que estará «centrado en los valores que se reflejan en la Constitución». De la propuesta programática, el miembro del equipo redactor ha resaltado el «excelente documento», ya presentado, que está orientado a que las instituciones «recuperen el peso que deben tener en el sistema político» de España.
Para Puy, los «elementos de confrontación» como la comparación de la convocatoria de estas generales con las autonómicas celebradas en 2020 también en julio son una muestra de la «desesperación» del Partido Socialista y del «tono de la campaña que quiere llevar».
«Las fechas no son las mejores», ha continuado, para afirmar, a renglón seguido, que la convocatoria «tiene que ver más con motivos internos» y para «evitar el desgaste» que, dice, sufriría el gobierno hasta finales de año, cuando deberían tener lugar las elecciones por agotarse la legislatura.