La colocación de dos carteles a lo largo de la sesión plenaria de este martes y miércoles ha avivado la discusión sobre el uso de los espacios comunes del Pazo do Hórreo, la sede de la cámara gallega, que cuenta con unas normas restringidas de colocación de carteles y manifestaciones públicas desde hace ya una década.
Aunque cuestiones como la prohibición de hacer manifestaciones desde la tribuna de invitados del hemiciclo ya formaban parte de la normativa parlamentaria, a raíz de la convulsa novena legislatura se impuso la necesidad de firmar el conocimiento de estas normas y se penalizó más duramente a los grupos cuyos invitados se expresasen con pancartas o gritos desde sus asientos, siempre siendo desalojados por los servicios de la cámara.
Ya en septiembre de 2019, con el reinicio del curso político, la Mesa del Parlamento aprobó un reglamento interno solo con los votos del PPdeG, que ahondaba en el «decoro» parlamentario. De aquella formaba parte también del órgano rector del Legislativo el PSOE y En Marea, que no apoyaron la medida.
En esas directrices –en las que no se aborda expresamente la situación de la escalinata principal del Pazo do Hórreo, motivo de una polémica reciente por una foto del BNG– se incide, entre otras cuestiones, en que las salas no asignadas a los grupos son espacios de uso «exclusivamente parlamentario e institucional», quedando excluidos para uso y acceso a personas y grupos ajenos.
También se remarca que los grupos están obligados a «respetar el carácter institucional» de todas las salas, dependencias y espacios de la sede. No en vano, los periodistas tampoco pueden recoger declaraciones en los pasillos del Parlamento a colectivos sociales (por ende, ajenos a la institución), aunque sí en el exterior de la puerta de entrada, otra de las medidas que está vigente desde hace una década.
Estas normas salieron de nuevo al debate político a raíz de una fotografía de la líder del BNG, Ana Pontón, junto con responsables municipales en la escalinata del Pazo do Hórreo hace dos semanas. Esta imagen fue criticada por los populares y, según las fuentes consultadas por Europa Press, la Cámara intentó impedir que se produjese con llamadas previas, pero que el BNG desoyó.
COLOCACIÓN DE CARTELES EN EL PLENO
En la reunión de la junta de portavoces de la semana pasada para organizar este pleno (31 de enero), se llevó esta cuestión, lo que provocó un intenso debate que prolongó más de lo habitual la reunión. En ella, finalmente se decidió reflexionar sobre las normas parlamentarias vigentes.
Este extremo fue el que recordó este miércoles en el marco del debate de una interpelación el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, quien requirió al diputado socialista Martín Seco que quitase el cartel puesto en la tribuna, como ya se había solicitado a Paula Prado (PPdeG) el día anterior.
Así, este martes, la vicepresidenta primera del Parlamento, Elena Candia, solicitó (en ese momento en funciones de presidenta) a Paula Prado que retirase el cartel, en cumplimiento del reglamento de la Cámara.
«Aquí se pusieron carteles y banderas y se les dejó», replicó la popular, que tras un intercambio con la Presidencia, accedió a retirar la imagen (en la que se podía leer el contador de revisiones de condenas de la Ley del solo sí). Prado advirtió, en todo caso, que ella estará pendiente de que «a partir de hoy no se pueda poner nada» en el estrado del hemiciclo.
A ella le respondió la diputada del BNG Olalla Rodil, quien dijo que se le «volvían en su contra» sus «propias normas» y quien aseguró que era partidaria de que todos los diputados pudiesen expresarse con carteles en la tribuna.
POLÉMICA ESTE MIÉRCOLES
Ya en la sesión de este miércoles, el diputado del PSdeG Martín Seco llevó un impreso en el que se leía «La Xunta deja a 318 productores en ecológico sin ayudas», el cual tuvo que retirar por mandato del presidente de la Cámara, Miguel Santalices. El diputado socialista bromeó con que pensaba que «cuatro minutos para hacer la foto» se podía tener el cartel, en alusión a lo acontecido en la jornada anterior.
Así, Santalices volvió a intervenir para recordar que los grupos estaban abordando un diálogo sobre las normas de uso de los espacios comunes parlamentarios, llamado al sosiego en el debate para facilitar ese intercambio. En todo caso, fuentes consultadas por Europa Press han indicado que no hay ningún tipo de avance en este diálogo abierto en la reunión de portavoces de la semana pasada.