El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha manifestado que la retirada del delito de sedición al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont evidencia «toda la chapuza» de una reforma legislativa «hecha a medida» para «cumplir un fin concreto» y que ahora los jueces «tienen que aplicar».
Así lo ha trasladado, a preguntas de los medios, después de trascender que este jueves el magistrado del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena ha eliminado el delito de sedición del procesamiento contra Puigdemont. Mantiene el de malversación –que fija penas de 4 a 12 años de prisión y de 10 a 20 de inhabilitación– e incluye el de desobediencia –que no contempla cárcel, pero sí inhabilitación de 6 meses a 2 años–.
Al margen, el magistrado ha dejado sin efecto la euroorden dictada contra el líder independentista, aunque ha decidido mantener la orden de busca y captura nacional.
Rueda ha esgrimido que esta situación evidencia «la chapuza» de una legislación modificada para «cumplir un fin concreto» en relación a determinadas personas, y que ahora los jueces se ven obligados a aplicar.
«Supongo que ahora saldrá alguien del Gobierno central descalificando a los jueces como siempre que toman resoluciones que no les gustan, aplicando las leyes que ellos mismos hacen», ha concluido.