La ruptura de las negociaciones para la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la reforma del delito de sedición se han colado este viernes en el debate de presupuestos de la Cámara gallega de la Vicepresidencia Segunda, la que precisamente tiene las competencias autonómicas en materia de justicia. Así, el titular del departamento autonómico, Diego Calvo, acusó al PSOE de «pactar con golpistas», misma expresión empleada por la diputada popular Paula Prado, lo que provocó un rifirrafe con los grupos de la oposición.
Así, la parlamentaria del PSdeG Paloma Castro, que inicialmente ya había denunciado que Feijóo «perdió el pulso ante la derecha reaccionaria» y ante «el constitucionalismo», argumentó que la reforma del delito de sedición tiene que ver con «adaptar» las penas a la «legislación europea». «No veo ninguna relación con el cumplimiento de la Constitución española», ha subrayado.
Diego Calvo ha observado que en el ámbito de la Justicia, la «postura del PSOE quedó clara» este jueves «cuando trata de cerrar un acuerdo con el principal acuerdo y está pactando con golpistas de las penas de sedición».
«La doble moral del señor Sánchez, desgraciadamente en muchos asuntos, le va a pasar factura en el PSOE», ha censurado el vicepresidente segundo de la Xunta.
En su intervención, Paula Prado ha advertido que el PSOE «va a dejar arruinado» al país, dividido en «buenos y malos, en fascistas y demócratas», mientras que pretenden «indultar» a los que «pretendieron dar un golpe de estado». «Esto es el legado del PSOE», ha manifestado la parlamentaria popular, quien ha concluido que «de socialistas no les queda mucho, de obrero nada y de español no les queda absolutamente nada» al «entregarle el código penal a los golpistas».
Por su parte, el diputado del BNG Iago Tabarés, a quien Prado afeó también que tienen por «referentes» a los «independentistas» vascos y catalanes, pidió «respeto» por el CGPJ, que «no está en la reforma del código penal, ni en la división de poderes ni en Rosell».
«La reforma la impiden, como diría Cosidó, para controlar la sala segunda del Tribunal Supremo por la puerta de atrás, y bloquear la tercera. Ese es el problema», ha arremetido el diputado del Bloque, en referencia, dijo, a los «asuntos pendientes» con la justicia.