La ley 11/2007 para la prevención y el tratamiento integral de la violencia de género de Galicia incluirá en 2023 a las víctimas de explotación sexual. Este paso pionero va en la línea de otros avances de la legislación que ya ha promulgado la Cámara autonómica, como el hito logrado hace casi un año al incluir el ciberacoso contra las mujeres como violencia machista.
Esta reforma viene propiciada por la Ley de medidas fiscales y administrativas que acaba de iniciar su tramitación parlamentaria, también conocida como Ley de acompañamiento a los presupuestos de la Xunta de 2023 y que se tramita de forma paralela a las cuentas autonómicas, de manera que también entrará en vigor con la llegada del nuevo año.
El texto, recogido por Europa Press, señala que se entenderá «víctima de explotación sexual aquella que realice el ejercicio de la prostitución», incluidos los actos pornográficos o la producción de material pornográficos con obtención de lucro por parte de una tercera persona, física o jurídica, «cuando la víctima se encuentre en una situación de vulnerabilidad personal o económica» o «se le impongan condiciones gravosas, desproporcionadas o abusivas».
El Parlamento de Galicia, del que forman parte PPdeG, BNG y PSdeG, ha avanzado en la legislación en materia de violencia machista en los últimos años desde la aprobación, en 2007, de la primera ley integral, un hito en el legislativo autonómico que suscitó el aplauso unánime incluidas las bancadas –de forma excepcional– el día que recibió luz verde.
Recientemente, también suscitó el consenso de todos los grupos el rechazo al proxenetismo y, de hecho, aprobaron una proposición no de ley en la que, entre otras cuestiones, el arco parlamentario mostró de forma unánime su postura a favor de una reforma del Código Penal para introducir esta prohibición de forma expresa.
La reforma gallega, que se tramita con la más de treintena de retoques que la Xunta hará este año a normativas vigentes, supone, pues, que todas las mujeres víctimas de trata, al tener esta consideración en la legislación autonómica, podrán ser receptoras de las ayudas y medidas específicas que hay para víctimas de violencia machista.
Galicia también es pionera en la consideración de la violencia vicaria como violencia machista, una consideración que está vigente ya desde julio de 2021 y que afecta no solo a los hijos sino a personas estrechamente unidas a la mujer, así como si lo ejerce un ex pareja, pareja o persona con la que se haya mantenido una relación análoga.