Ricardo Morado, candidato de Vox a las autonómicas gallegas en 2020, y que lideró el partido en la provincia de A Coruña, ha solicitado su baja como afiliado, según ha informado a través de redes sociales y en un escrito que ha publicado en ellas y en el que explica los motivos de una decisión «meditada».
Morado, que no obtuvo representación en las elecciones gallegas, traslada su tristeza por la decisión, pero asegura que no sorprenderá «a aquellos que saben qué es lo que ha pasado en los dos últimos años en Galicia».
Así, apunta que los «golpes de pecho y demostraciones de fuerza» no valen porque «a los acólitos ya no hay que convencerles y a los que no están convencidos eso no les sirve de mucho».
A la dirección del partido, le reprocha que el proyecto de Vox no avance de manera igual en todas las regiones o provincias. «En otras se mueve con actividades, reuniones de afiliados, actividad en la calle…», cita como ejemplos. «Busquen algo así en mi provincia», se pregunta.
En su escrito, rechaza que se le pueda calificar de «traidor» y añade que es lo que se hace en el partido ante la «crítica constructiva».
En particular, denuncia que en Vox se han confundido los términos de «lealtad» y «sumisión». «Lealtad es decirle a tu jefe lo que está haciendo mal y lealtad de tu jefe es que no te castigue por ello y todo lo demás es sumisión y ese no soy yo», incide.
Sus palabras ya han tenido apoyo, entre otros, por parte deMacarena Olona, la exdiputada de Vox en el Congreso. «Levantarte, luchar, encajar golpe. Pero arriba de nuevo. Fuerza y honor, Ricardo», señala en redes sociales.