El secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, ha negado este martes que haya discrepancias entre los distintos alcaldes socialistas de las ciudades al respecto de las reuniones con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Según ha asegurado, «todos» comparten que la convocatoria no se hizo por «un proceder adecuado».
Así ha respondido Formoso en los pasillos del Parlamento gallego al ser preguntado por los medios acerca de la decisión del regidor de Vigo, Abel Caballero, de no acudir este lunes al encuentro porque iba a acudir también la delegada de la Xunta y presidenta del PP en la ciudad, Marta Fernández-Tapias; toda vez que la de A Coruña, Inés Rey, sí asistirá a la de este martes.
Sobre esta diferencia, el secretario xeral del PSdeG ha vuelto a avalar que «cada alcaldes es soberano en sus decisiones», toda vez que su opinión sobre «el proceder» del Gobierno gallego para convocar los encuentros «es compartida por todas y todos los alcaldes socialistas».
En este sentido, Formoso ha recordado que él también es regidor de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña y que sus reuniones con el presidente de la Xunta «siempre» fueron «en el más estricto respeto a las normas institucionales».
Y es más: Rueda «fue recibido por el presidente del Gobierno (Pedro Sánchez) y fue recibido como debe ser, cumpliemto con todos los requisitos más estrictos de las formas institucionales».
«ENCUENTRO BILATERAL»
En esta línea, Formoso ha insistido en que «todos los alcaldes y alcaldesas del partido», incluidos los de las ciudades –Inés Rey (A Coruña), Ángel Mato (Ferrol), Lara Méndez (Lugo), Abel Caballero (Vigo) y Xosé Sánchez Bugallo (Santiago)–, coinciden en que «no es un proceder adecuado».
«Creo que el respeto institucional significa un encuentro bilateral entre representantes de una localidad, en este caso de Vigo, y del representante del Gobierno de los gallegos y las gallegas, sin más interferencia que esa, ya sea en Santiago o en el Ayuntamiento de Vigo», ha justificado el líder socialista.
Finalmente, ha acusado a los populares y a la Xunta de «embarrar un campo político que, desde el respeto institucional, siempre imperó en Galicia».