El presidente gallego y líder del PP estatal, Alberto Núñez Feijóo, ha dejado varios deberes y retos sobre la mesa a su futuro sucesor, que, salvo sorpresa, será su número dos en el Ejecutivo autonómico, Alfonso Rueda, tanto al frente de la formación autonómica como, incluso previamente, al frente de la Xunta.
Y no solo en clave interna de partido –como mantener la unidad, como pieza clave para obtener una quinta mayoría absoluta en 2024– sino también para su relación con el PP estatal y, en su conjunto, con España. No en vano, Feijóo había subrayado antes que él no se marcha, sino que fija su destino en Génova y que en un plazo breve podría convertirse en «inquilino» de la «casona» de La Moncloa.
«Yo seguiré hablando de Galicia. Es imposible que me olvide de Galicia. Quiero ir a presidir el PP de España, pero sé de dónde vengo. Y os pido que no olvidéis de dónde vengo y del legado que vais a administrar porque las personas pasan, pero los proyectos permanecen. Y sois los depositarios del legado del PPdeG, igual que yo y mi equipo en España», ha reivindicado.
«Con humildad, pero sin complejos», Feijóo ha advertido de la «responsabilidad» de «estar a la altura» de un «legado» que, bajo su batuta, se ha traducido en las últimas cuatro mayorías absolutas gallegas. Y para «estar a la altura» de lo hecho por él, pero también por sus antecesores Manuel Fraga y Gerardo Fernández Albor, ha hecho varias peticiones, empezando por «no abandonar el galleguismo integrador».
«Os pido que no abandonéis el galleguismo integrador que hemos practicado y seguiremos practicando», ha proclamado, para añadir, entre risas, que la dirección estatal que él mismo encabeza «no lo va a impedir».
A la nueva dirección que se consolide en el PPdeG le ha pedido también «no abandonar la cordialidad» a la hora de defender «las lenguas cooficiales», antes de añadir que la dirección nacional tampoco «lo va a impedir».
«LAS DIFERENCIAS DEBEN SER RESPETADAS»
Y en último término, Feijóo, cuya voz como presidente autonómico y ‘barón’ popular ha tenido mucho protagonismo en clave estatal, ha reivindicado que las diferencias «deben ser respetadas y nunca combatidas», antes de apelar al PPdeG a «hacer política nacional desde la política autonómica». «Haced política de Estado porque la España plural necesita comunidades que hagan política de Estado», ha proclamado.
Finalmente, en clave de gobierno, ha trasladado a su sucesor que debe seguir trabajando por los servicios públicos –con el foco en la educación y en la sanidad–, también por la convergencia de la Comunidad y profundizar en la línea de las rebajas fiscales, que él demanda ahora al Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez en un escenario marcado por el alza de los precios.