El diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, ha demandado al Gobierno nacional que rechace el Estudio de Impacto Ambiental y el Parque Eólico Caiño por el «grave efecto medioambiental, económica y social» que supondrá la instalación del megaproyecto eólico.
El diputado nacionalista ha urgido al Gobierno nacional que «paralice» todos los proyectos eólicos en tramitación para elaborar junto con la Xunta de Galicia una planificación eólica «asentada en criterios de proporcionalidad, racionalidad y equilibrio» que «proteja» el patrimonio natural y cultural respetando las actividades de aprovechamiento agrícola y forestal.
El parque eólico, que acaba de iniciar su tramitación, afectaría a los ayuntamientos de Aranga, Curtis, Oza-Cesuras, Sobrado, Abegondo y Guitiriz y contaría con 33 aerogeneradores además de las infraestructuras de evacuación. La empresa que promueve el proyecto es Enel Green Power España S.L., que es la misma que promueve el parque eólico de Brancellao, al lado del de Caíño.
Rego ha avisado de que se trata de un proyecto «alarmante» porque en caso de llevarse a cabo se hablaría de «un único megaproyecto». Por ello, ha insistido en que se deben valorar de forma conjunta ambos proyectos y que presentarlo de forma dividida es «intencionado y fraudulento».
El diputado ha recordado que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia «tiene sentencias» que recogen que los parques eólicos deben de ser contemplados desde una perspectiva «unitaria». Además, ha destacado que el proyecto «incumple la normativa gallega actual» al no estar incluida dicha área en el Plan sectorial eólico de Galicia.
Rego ha zanjado que el proyecto «no sirve para el desarrollo socioeconómico de las poblaciones próximas ni genera riqueza en el territorio», sino que afecta de forma negativa y contribuye al abandono rural ya que impide a la población el aprovechamiento agroganadero y forestal.
ERRORES
El BNG ha destacado que el proyecto de Caíño cuenta con diversos errores, como que no respeta la distancia mínima de 500 metros a núcleos de población o que hace «referencias a los planes urbanísticos de los ayuntamientos afectados, lo que denota un claro desconocimiento de la realidad urbanística de los mismos».
Ha puesto el ejemplo de los ayuntamientos de Oza-Cesuras y Abegondo, ya que el proyecto afirma que ambos tienen un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) aprobado, «pero es falso».
EFECTO MEDIOAMBIENTAL
El diputado en el Congreso ha explicado que es «necesario un estudio de impacto ambiental riguroso» en relación con los recursos hídricos de las zonas afectadas, así como los efectos que tendrá en zonas medioambientales sensibles y protegidas como son las reservas de la biosfera «Terras do Miño» y «Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo».
Además, también afectaría al Espazo natural de Interese Local, que actualmente se encuentra en tramitación, así como el ZIm Alto Miño y el ZEX Encoro de Abegondo-Cecebre, ambos partes de la Red Natura 2000.
Por último, en el comunicado que ha enviado el BNG se insiste en el «severo» efecto que tendrá en terrenos agrícolas, de los cuales viven «directa o indirectamente» la mayor parte de los vecinos de la zona.
EFECTOS CULTURALES
En cuanto a cómo al patrimonio natural, Rego ha recordado que el proyecto pasara por numerosos túmulos prehistóricos, varias necrópolis y castros. Además, por esa zona transcurren el Camino Ingles y el Camino del Norte.
Asimismo, el portavoz en el congreso ha comentado que en una distancia de 15 kilómetros se encuentran numerosas infraestructuras protegidas como el castillo de Aranga, el monasterio de Sobrado o la torre de Mes.