El alcalde de Ourense y líder de Democracia Ourensana (DO), Gonzalo Pérez Jácome, ha asegurado que se ha iniciado un procedimiento para que, en unos meses, Miguel Caride pueda ser expulsado de la Diputación y entre él mismo en su lugar.
Aunque no ha querido dar detalles de dicho procedimiento, Jácome ha esgrimido que es «un tema judicial o casi judicial», y ha incidido en que, si va adelante, Caride tendría que dejar de ser diputado provincial «en un plazo de tres meses». «O en primavera a más tardar si hay segundo round», ha apostillado.
El argumento de Jácome es que si bien Caride tiene protegida su acta como concejal, la plaza de la Diputación no es a través de una votación directa de los ciudadanos, sino a través de una propuesta de tu partido. Por ello, el líder de DO entiende que después de que la formación le declarase «tránsfuga», el paso lógico es que deje su puesto en la Diputación.
Si la Justicia acaba dando la razón a Jácome, ha remarcado que «se sentaría jurisprudencia». «Es una victoria que doy casi por segura», ha proclamado.
En su intervención ante los medios, ha defendido, a renglón seguido, que trabajan «lo mismo 3 de ese llamado microgobierno» que «los 14 de la supuesta estabilidad», del mismo modo ha aludido a que la situación de la crisis municipal se debe «a una trama» donde «los tránsfugas han sido cabezas de turco» con el único objetivo de «echarme de la alcaldía por no permitir los pelotazos».
«Ni una acusación judicial, ni una policial», simplemente «una acusación de nadie, de unas personas que la verbalizaron para derrocarle», así ha explicado Jácome cómo los que eran compañeros de partido en Democracia Ourensana llevaron ante Fiscalía supuestas irregularidades en las cuentas de la formación. Unas irregularidades que el PP consideró «muy graves» y por las que se desvincularon del gobierno.
Jácome ha aludido a «lo gracioso» que es que «unas cuentas privadas» fuesen el motivo para la situación de crisis municipal cuando el Consello de Contas cuestiona ahora el balance de la Diputación de Ourense. «Eso sí que es una investigación. En las cuentas de Democracia Ourensana no van a encontrar nada, estoy tranquilísimo», ha aseverado.
«CARIDE YA ES NUESTRO»
En medio de la crisis municipal, Jácome sitúa el foco en los cuatro ediles críticos con DO ahora considerados tránsfugas, pero, sobre todo, en su portavoz, Miguel Caride, quien a pesar de su nueva condición de no adscrito todavía mantiene su cargo como vicepresidente segundo de la Diputación de Ourense.
El líder municipal de DO ha planteado que a principios de septiembre el PP le comunicó directamente: «Caride ya es nuestro. Como si fuese simplemente una compra». Ha expuesto que «el hecho de ser de ellos» se se ha demostrado en el pleno de la Diputación Provincial de este viernes, con los votos siempre de Caride a favor de lo que «dijese el Partido Popular» pero también el voto de la concejala de Ciudadanos, «lo cual –ha interpretado– solo lleva a pensar que en Baltar no se fía demasiado de Caride».
«Seguro que piensa si me metió un puñal a mí también se lo meterá a él», ha reflexionado el alcalde, quien ha insistido en que el papel de Caride es «el de tonto útil».
Así, se ha mostrado convencido de que el único objetivo de «esta trama» era y es «deshacerse del número uno», en referencia a él mismo. «No hay mayores tránsfugas en España, ni siquiera con el caso ‘Tamayazo’ porque, por lo menos, se marcharon a sus casas no se quedaron aún con un voto que no cuenta», ha apostillado.
«SE QUEDAN SOLO PARA JODER»
El alcalde de Ourense ha agradecido «que los astros se alineen» para que la sentencia del Supremo haya logrado que estos no adscritos no puedan aspirar a mejoras ni ecónomicas ni de posicionamiento político ya que, ahora, no pueden tener competencia ni cobrar más de 356 euros al mes y «tampoco votar en la moción de censura», por lo que se quedan «solo para joder». «Es parte de la trama, pero, al final hemos conseguido que sean zombies», ha dicho.
En este contexto, mantiene que entona «el mea culpa» aludiendo a que «esta traición» es su «culpa» por «haberlos llevado en la lista por pena» sin «fiarse» y «precisamente no utilizar la meritocracia».
«EL PACTO DE LOS MIL MILLONES»
Gonzalo Pérez Jacome ha manifestado que le ha propuesto cogobernar al Partido Socialista pero «siempre» que le mantenga como alcalde. Una decisión que ha sentenciado, está basada en que «para lograr mayorías en plenos es necesaria la colaboración de más apoyos» y no porque el microgobierno «como lo llaman los demás no pueda funcionar», sentenciando que «han trabajado 3 personas lo mismo que 14 con anterioridad».
Ha expuesto que lo que no les interesa es «tener la espada de Damocles constantemente encima» y por ello han postulado la oferta, no obstante ha afirmado que si Rafael Villarino, líder local del PSOE, «pretende ser el alcalde» ya es «un pacto imposible» porque él «no va a renunciar». Del mismo modo también ha expuesto que no ha rechazado un regreso del Partido Popular «sin los cuatro considerados tránsfugas» pero tiene claro que «no pasará porque el único objetivo es quitarle como enemigo porque lucho contra la corrupción y los pelotazos».
Además, ha subrayado que si el pacto PP-DO era llamado «el pacto de la vergüenza», el pacto PP- PSOE sería «el pacto de los mil millones», la cifra «conseguida entre distintas dotaciones como el PXOM» que «con las trabas burocráticas y políticas se hacen con mucho remanente» por lo que con «poder apañar un 1% en mordidas ya serían diez millones muy considerables», sentenciando que esta posibilidad es «la que mueve» al Partido Popular a «preferir ser la comparsa del PSOE» que mantenerse «en el gobierno con él» porque «saben que con mi mandato no va a haber pelotazos», el ayuntamiento «ha ganado en transparencia para los ciudadanos».
MOVIMIENTO EN LA DIPUTACIÓN
El alcalde ha señalado que el Partido Popular «no va a ceder la alcaldía al Partido Socialista» a pesar de la posibilidad «de las mordidas» porque es «arriesgar uno por otro», pondrían «en peligro los votos en la Diputación Provincial si aumenta el PSOE» y «no es algo que vayan a permitir».
Jácome ha manifestado que sería «como una avispa perdiendo el pincho en el ataque».