El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, ha reclamado a la Xunta sanciones «más efectivas» y «ejemplarizantes» para hacer frente a las fiestas en pisos y ha propuesto que se tramiten por la normativa sanitaria, como una «amenaza a la salud pública».
En la rueda de prensa posterior a la junta de gobierno local, el regidor ha explicado que las multas por estas celebraciones se rigen actualmente por la ordenanza municipal de ruidos, con unos 200 euros de penalización «si no se es reincidente»: «Y hay pocos casos de reincidencia, porque las fiestas las organizan en pisos distintos».
Así, Bugallo estima que con el endurecimiento de las sanciones, si se acogiesen a la normativa sanitaria, se podría elevar «a 1.000 o 1.200 euros», lo cual sería «más disuasorio y más efectivo».
Sobre este asunto, el alcalde compostelano ha desvelado que el sábado trasladó esta demanda al vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, quien le aseguró que tienen «pendiente de enviar al Parlamento» una nueva normativa sanitaria con un «aumento significativo de las multas», tal y como lo ha adelantado Bugallo.
En este sentido, fuentes de la Vicepresidencia Primera consultadas por Europa Press han ratificado que en la reforma de la ley de salud de Galicia –ya anunciada por el presidente, Alberto Núñez Feijóo, en su discurso de investidura– «se estudiará si se amplían las sanciones». No obstante, estas mismas fuentes señalan que esta norma, aunque es «anterior a la pandemia», ya que data del 2008, ya recoge «la posibilidad de sancionar con multas de hasta 3.000 euros».
Ahora bien, lo que Bugallo quiere es una penalización «ejemplarizante» y según el «régimen sancionador más efectivo», bien el autonómico o bien en el local: «Que sea la administración que tenga más competencias y cuya actuación genere menos dudas, porque esto puede ser recurrido en los juzgados y sería lamentable que por una cuestión formal pudiese decaer».
En cuanto a datos de las fiestas en pisos, el regidor ha descartado que fuesen «especialmente dramáticos» a lo largo de este fin de semana y ha cifrado en unas 20 las denunciadas entre el viernes y el domingo. «El peor día fue el jueves», ha dicho, puesto que solo esa noche se detectaron 30 eventos de este tipo.
AUMENTA LA INCIDENCIA DE LA PANDEMIA
Con respecto a la pandemia en Santiago, Bugallo ha informado de una incidencia en la capital de unos 200 casos por 100.000 habitantes durante la pasada semana, un aumento con respecto a la anterior, cuando era de 180.
«No es una subida dramática, nos coloca por debajo de buena parte de las ciudades gallegas y no tiene nada que ver con el promedio español, pero sí indica una tendencia que nos debe preocupar», ha señalado, no sin antes apelar a la «responsabilidad de todos».
Y es que, una vez comenzado el curso universitario el pasado lunes 21, quedan por delante dos semanas en las que la ciudad se va «a jugar» la posibilidad de relajar, mantener o endurecer las restricciones que aún están en vigor en el municipio –aforos de locales al 50 por ciento y reuniones limitadas a 10 personas–.
«Si mejoramos, lograríamos aflojar algunas restricciones. Pero si seguimos así es probable que hubiese que adoptar medidas adicionales que tendrían un efecto muy negativo en la economía de la ciudad (…) y en la calidad de vida de muchos vecinos que nada tienen que ver con el incumplimiento de otros», ha advertido.