El jefe de filas del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo (Os Peares –Ourense–, 1961) abre la puerta de su cuarto mandato al frente de la Xunta, el de pandemia del coronavirus, tras ser investido presidente con el respaldo de los 42 diputados populares. Lo hace tras lograr igualarse con Manuel Fraga en las urnas, con cuatro mayorías absolutas consecutivas, lo que le sitúa también en su partido entre los ‘barones’ más fuertes.
El que en 2009 se convirtió en el presidente gallego más joven de los elegidos en las urnas, después de recuperar a la primera, precisamente, la mayoría absoluta que Fraga perdió cuatro años antes al quedarse con 37 diputados, afronta ahora una nueva legislatura –la XI– que será diferente de todas las anteriores debido a la incidencia de la COVID-19.
Tal es así que, a la espera de concretar su nuevo Gobierno en el que, según sus propias palabras, será su último mandato, Feijóo ya ha avanzado que, quienes finalmente sean elegidos para acompañarle estarán llamados a «trabajar» y «sufrir» en la lucha contra el coronavirus.
Así las cosas, el dirigente popular ha sido investido tras exponer su programa político y después de un debate en el que se han cruzado numerosas llamadas al diálogo, aunque Feijóo también ha aprovechado para recordar a sus rivales políticos que los gallegos ampliaron su mayoría absoluta en las urnas.
Y, tras marcar terreno, ha pedido «ayuda» a los grupos y ha ratificado su intención de impulsar una comisión parlamentaria en busca de un pacto por la reactivación económica y convocar la Mesa del Diálogo Social. También ha apelado a excluir del debate político «demagógico» la sanidad y ha hecho votos por que esta sea la legislatura en la que se recupere «el respeto parlamentario».
EL QUINTO PRESIDENTE AUTONÓMICO REPITE
El de Os Peares estrenará su cuarto mandato tras ser elegido en 2009 como quinto presidente autonómico de la Galicia que el fallecido Manuel Fraga había gobernado durante 16 años tras lograr en 1989 su primera victoria electoral. Desde entonces, se sucedieron otras tres mayorías absolutas para el PPdeG en las elecciones de 1993, 1997 y 2001.
En 2005, Fraga perdió la mayoría absoluta y el socialista Emilio Pérez Touriño se puso al frente de la Xunta durante casi cuatro años en coalición con el BNG liderado por Anxo Quintana.
El político vilalbés fue el segundo dirigente popular en presidir la Xunta ya que, en las primeras elecciones gallegas de 1981, el PPdeG superó al partido centrista al obtener 26 de los 71 diputados del hemiciclo frente a los 24 de UCD, con lo que Gerardo Fernández Albor se convirtió en el primer presidente de la autonomía gallega.
En 1985, el médico compostelano obtuvo de nuevo el respaldo de la Cámara para seguir al frente de la Xunta, pero una crisis a mediados de la legislatura propició una moción de censura que dejó el Gobierno en manos del socialista Fernando González Laxe, que presidió un tripartito compuesto por su partido, los nacionalistas de la ya desaparecida Coalición Galega (CG) y el Partido Nacionalista Galego (PNG).
LA FUERZA DE SU CUARTA MAYORÍA ABSOLUTA
Aunque la incertidumbre de la pandemia convierte su cuarto mandato en diferente a los tres anteriores, cualquier reto político que afronte Feijóo lo hará con la fuerza que da una amplia mayoría absoluta que logró ampliar el 12 de julio y que contribuirá a consolidar casi cuatro décadas de poder del PP en Galicia.
Y es que, salvo giro inesperado de guión, cuando la XI Legislatura acabe, en 2024, el PPdeG habrá gobernado 37 de los 43 años transcurridos desde las primeras elecciones de la autonomía, celebradas en 1981.
De hecho, desde que Alianza Popular (AP), con Gerardo Fernández Albor al frente, se situó por delante de UCD en esos primeros comicios autonómicos, los populares siempre han sido los más votados.
Y fuera del poder han estado solo en dos ocasiones y por tiempo limitado. La primera de ellas fue en la II Legislatura, tras la moción de censura que dio la Presidencia al socialista Fernando González Laxe en septiembre de 1987. Apenas dos años después, en las elecciones de diciembre de 1989, Fraga recuperó la Xunta.
REFORZADO EN EL PP ESTATAL
Al margen de reafirmar la hegemonía del PP gallego, reeditar por cuarta vez su mayoría absoluta y mantener el Gobierno gallego ha reforzado a Feijóo en un lugar único en su partido, ubicándolo entre los ‘barones’ más fuertes en el PP de Pablo Casado. Aunque con tres mayorías absolutas, su voz ya era una de las más potentes en las filas populares y él no ha dudado en ejercer como contrapunto, casi siempre para defender la importancia de cuidar el centro político.
No ha evitado escenificarlo públicamente sin obviar, cuando lo ha considerado pertinente, evidenciar las diferencias con otros dirigentes del PP estatal como la exportavoz del PP en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo. Poco más de un mes después de la victoria de Feijóo en Galicia, Casado decidía destituirla y reemplazarla por Cuca Gamarra, en lo que se ha leído como una asunción, por parte del líder popular, de que el modelo político que reivindica Feijóo es el camino a seguir.
En una entrevista realizada durante una campaña en la que de nuevo volvió a reducir las siglas del partido, Feijóo trasladó a Europa Press que Casado no tenía nada que temer de él y a insistir en que su voluntad es cumplir «el contrato» que tiene con Galicia hasta los próximos cuatro años, pese a las voces que, como reiteradamente ha sucedido en los últimos años, le vuelven a situar dando un salto a la política estatal.
PERFIL BIOGRÁFICO Y POLÍTICO
Formalmente, este licenciado en Derecho que se ha esforzado en cultivar una imagen de tecnócrata afianzada por su paso por el Insalud y Correos, llevaba pocos años afiliado al PP cuando tomó las riendas del partido en Galicia. Pero su carrera en la Administración había empezado mucho antes bajo mandatos populares, a principios de los 90, cuando de funcionario raso pasó a ocupar cargos intermedios en la Xunta.
Su mentor, primero en Galicia y después en Madrid, fue José Manuel Romay Beccaría, uno de los referentes en su día del PP del ‘birrete’. Y su ‘hijo político’ superó al padre y se convirtió en sucesor de Fraga en el año 2006, pero supo modernizar las formas de su antecesor y demostró, con la fortaleza de su liderazgo, que el partido se podía gestionar de otra manera.
Con él al frente, atrás quedaron ‘baronías’ provinciales –aunque el ‘baltarismo’ en Ourense sigue dando que hablar– y luchas de ‘boinas’ contra ‘birretes’. Ya sea su último mandato y deje la política o se cumplan, esta vez sí, los vaticinios que lo sitúan en la política estatal, el PPdeG tendrá que renovarse. Pero su victoria le da aire para, una vez más, decidir los tiempos. Y él ha dicho que su relevo será «más fácil» que el de Fraga.
TOMA DE POSESIÓN
Tras la elección de Feijóo como presidente con el apoyo de sus 42 diputados –faltó en la sesión la diputada por Lugo Sandra Vázquez, que ha sido madre recientemente y que delegó su voto en el portavoz del Grupo Popular, Pedro Puy–, el jefe del Legislativo, Miguel Santalices, enviará una comunicación telemática al rey Felipe VI.
Ya el sábado, el dirigente popular tomará posesión en el Parlamento de su cargo en un ambiente marcado por las restricciones del coronavirus. Si sigue el guión de las tres veces anteriores, optará por la fórmula de la promesa. En esta ocasión, además, debido a la situación sanitaria, no habrá acto civil en la Praza do Obradoiro.