El presidente de la Diputación de Lugo, el socialista José Tomé, ha realizado un balance de sus primeros doce meses en la presidencia del ente provincial, que se cumplen este sábado, y ha resumido el trabajo hecho en «un buen año para los vecinos de la provincia de Lugo».
Para Tomé, una de las piedras angulares de su proyecto era la de «devolver la normalidad institucional a la Diputación», ya que como dijo «la Diputación tiene que ser noticia por el trabajo que se realiza» o incluso «por el debate político» y nunca «por otras cuestiones». La estabilidad viene marcada por «un gobierno que trabaja cohesionado y coordinado», ha defendido.
El máximo responsable de la Diputación de Lugo ha añadido que «este gobierno cumple lo que promete» siendo «un gobierno serio». «Cumplimos con todos los acuerdos previos a nuestra llegada con los ayuntamientos de todos los colores políticos», ha esgrimido.
CAPACIDAD DE REACCIÓN
Al tiempo, ha destacado la «capacidad de reacción» que tuvo la Diputación de Lugo ante la pandemia del Covid-19 «consiguiendo una respuesta eficaz» y tomando «unas medidas de seguridad excepcionales» gracias al trabajo del servicio de prevención.
«Nos adelantamos a todos los protocolos, sobre todo en las residencias de mayores», ha remarcado, antes de subrayar que «no hubo ningún positivo por coronavirus».
El presidente provincial también ha puesto en valor la «adaptación del Plan Único», dotado con más de 21 millones de euros, y que los 67 concellos de la provincia «pueden usar» para paliar los efectos del Covid-19.
Tomé, finalmente, ha incidido en la «capacidad de gestión» de los servicios públicos y de la atención a las personas, con un «33% del presupuesto dedicado a políticas sociales», y recalcó que este año «consiguieron abrir una nueva residencia de mayores», la de A Fonsagrada y que está previsto que «la de Castroverde y Pedrafita do Cebreiro» puedan hacerlo también antes de finales de año, porque como dijo el presidente provincial «somos unos claros defensores de los servicios públicos».