El presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado este miércoles que la continuidad de los miembros de su gobierno es una «baza que no se debe descartar». «Me comprometí a que Galicia funcionase desde el día siguiente a las elecciones y así fue», ha manifestado.
En una entrevista concedida a la Radio Galega y recogida por Europa Press tras resultar vencedor de los comicios autonómicos celebrados este domingo, en los que ha vuelto a revalidar su mayoría absoluta, ha subrayado que el Ejecutivo gallego «funciona» y que «Galicia no se paró».
En este sentido, aunque ha señalado que le corresponderá a él decidir los miembros que forman su gobierno tras su investidura, prevista para la «última semana de agosto», ha asegurado que la «continuidad» no es descartable ya que su actual equipo tiene «una programa» y «experiencia». «La concreción exacta la sabremos los últimos días de agosto o los primeros de septiembre», ha insistido.
Asimismo, se ha referido a las prioridades que marcarán su próximo mandato, entre las que ha fijado «el empleo y la reactivación económica». «Lo primero que tenemos que hacer es trabajar para hilvanar las cuentas públicas en 2021 y es importante tener unos presupuestos y unas cuentas públicas adecuadas a los ingresos y a prioridades en los gastos», ha indicado.
COVID-19
En la entrevista recogida por Europa Press, el presidente de la Xunta en funciones también ha hablado sobre la situación de la pandemia de la COVID-19 para subrayar que «las cosas van yendo a mejor».
«Entiendo que las cosas en A Mariña están yendo bien, Burela es el ayuntamiento con más problemática pero en el resto, hay una situación de clara mejoría de forma continuada y constante», ha indicado.
Precisamente, en relación a las decisiones que la Xunta tomará para hacer frente a la situación en esta comarca de Lugo, ha defendido la autonómica del comité clínico y de los expertos que lo componen para abordar este tipo de cuestiones, que son «muy sensibles» en materia de sanidad.
Por último, se ha vuelto a mostrar partidario de la existencia de un plan nacional para gestionar los rebrotes, así como de la modificación de la Ley Orgánica de Salud Pública para dotar de competencias a las autoridades sanitarias para confinar en el caso en el que sea necesario y con base en datos objetivos.