El presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, ha reivindicado la «enorme victoria democrática» que este domingo le permitió igualar la marca de cuatro mayorías absolutas consecutivas de Manuel Fraga, cuya famosa frase de «ni tutelas ni tutías» ha parafraseado para reivindicar el «voto libre» en Galicia, por la que trabajará, ha dicho, «hasta el final de la legislatura».
«Lo que pasó ayer es que Galicia votó lo que le dio la gana. Los gallegos no queremos ni tutelas ni tutías. Queremos votar libremente cada cuatro años», ha proclamado, ante la Junta Directiva del PPdeG, máximo órgano del partido entre congresos. Lo hizo tras la intervención de los cuatro presidentes provinciales y del secretario general, Miguel Tellado, que han ensalzado, agradecido y aplaudido el liderazgo del de Os Peares.
Bajo su punto de vista, lo que ha respaldado la «mayor» victoria electoral del PPdeG desde que tomó las riendas del partido de manos de Fraga en el año 2006 ha sido que Galicia «confió en un equipo de gobierno con capacidad acreditada» que respondió durante la pandemia del coronavirus y que, previamente, durante la crisis económica, fue capaz de lograr que la economía «volviese a crecer».
La mayor parte de su intervención ha estado colmada de agradecimientos al pueblo gallego. «Siempre que le pido un esfuerzo, es correspondido», ha asegurado, sin olvidarse de «todos los interventores y apoderados» que a lo largo de la jornada electoral del domingo se mantuvieron en los colegios «con mascarilla puesta» para «garantizar el ejercicio del derecho constitucional» al voto.
Unos comicios que precisamente Galicia, junto a Euskadi –donde también el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha logrado una contundente victoria–, celebró «en circunstancias excepcionales», porque «todo era novedoso», pero que se celebraron «con absoluta normalidad» gracias a la «organización».
Para reforzar la idea de que las elecciones fueron «seguras», ha puesto como ejemplo un mensaje que le llegó este domingo por la mañana del presidente del partido en Ourense, Manuel Baltar, sobre cómo «una mujer de 99 años» acudía a un colegio electoral en Pontedeva, uno de los municipios más pequeños de la Comunidad. «Bien merece la pena esta Galicia sabia, esta Galicia valiente, esta Galicia sin miedo», ha dicho al respecto.
REFORZADO COMO ‘BARÓN’
En esta coyuntura, el dirigente popular, que además de consolidar el poder del PPdeG se ha reforzado como ‘barón’ fuerte dentro de su partido, capitaneado a nivel nacional por Pablo Casado, ha asegurado que hará «todo lo posible» por responder a la confianza recibida en las urnas.
No en vano, Feijóo ha recordado que en las generales del 10 de noviembre, a pesar de que el PP tuvo «el mejor resultado» en Galicia –junto a La Rioja– con un 30 por ciento del voto, ha señalado que el reto para estas autonómicas era «subir 17 puntos». «Y al final, para que no se discuta, subimos 18 puntos. Eso lo hicimos en semanas, en meses y con una pandemia por el medio», ha defendido, para calificarlo como «odisea».
Además, ha cargado contra aquellos que «elección tras elección» critican el resultado: «Dirán que la gente votó engañada, sin saber muy bien lo que votaba o que hay mucha gente que vota de forma inconsciente. Y convocatoria tras convocatoria, el pueblo gallego demostró que es mucho más sabio de lo que muchos piensan».
Según sus palabras, los gallegos «no permiten en ningún caso que nadie decida por ellos» ni que les den «ninguna lección de madurez» y ahora escogieron a un presidente «directamente salido de las urnas».
«Los gallegos no queremos ni tutelas ni tutías. Queremos votar libremente cada cuatro años», ha resumido, parafraseando a su predecesor al frente del PPdeG, el histórico Manuel Fraga.
De hecho, se ha permitido rememorar el día en que fue designado sucesor del ‘León de Vilalba’, en un proceso interno en el que se presentaron cuatro candidatos y que culminó en el Palacio de Congresos, escenario en el que se impuso finalmente a José Manuel Barreiro.
UNA DECISIÓN «COMPLICADA»
En clave más personal, se ha referido a la decisión que adoptó hace dos años de no concurrir a la Presidencia del Partido Popular para suceder a Mariano Rajoy, que «no fue compartida» o «entendida» en otros lugares. «Tuvimos que tomar una decisión complicada», ha admitido, si bien ha apostillado que «fue la correcta»: «Por eso estamos aquí».
También ha aprovechado para deslizar el mensaje de que, como ya había comprometido durante la campaña, prevé cumplir su «contrato» y estar al frente de la Xunta hasta 2024. «Haré todo lo que esté en mi mano, desde ahora hasta el final de la legislatura, para que millones de gallegos se vuelvan a reconciliar con la política útil», ha aseverado Feijóo, cuya lectura del resultado del 12J es que los gallegos dijeron «no al populismo, de un lado y de otro», con «más fuerza que nunca» .
Así, ha resaltado que Galicia «probablemente eligió un balance» de los últimos 11 años «que no consiste en hablar barato, en dar un discurso, montar un tuit y dormir la siesta», sino en un programa «que hay que aplicar hoy, lunes», porque «el primer objetivo es controlar la pandemia» y «sus dificultades».
GALICIA, UNA COMUNIDAD «SOLVENTE»
Echando la vista atrás, Feijóo ha subrayado que su gestión garantizó que Galicia pasase a ser las comunidades «más solventes», «que mejor paga», con una «educación potente» y con políticas sociales «a disposición de la gente».
«Y tenemos un autogobierno mucho más potente que algunos que consiguieron cuatro o cinco trasferencias pero que fueron intervenidos por el Gobierno central», ha aseverado.
Y ahora, el presidente de la Xunta en funciones promete trabajar para que «todos los gallegos» se sientan «gobernados por un gobierno». «Aquellos que no estén contentos con el resultado electoral, que tengan la seguridad de que vamos a trabajar para ellos, para que se sientan reconfortados», ha incidido.