El líder de Vox, Santiago Abascal, ha iniciado este viernes su recorrido por la comunidad gallega, en un acto en Lugo en el que censuró el carácter «ególatra» de Alberto Núñez Feijóo y con fuerte presencia policial debido a la protesta de más de 600 personas que se congregaron en contra del fascismo y la formación de ultraderecha, que se desarrolló de forma pacífica.
El acto estuvo marcado por la réplica y la respuesta entre ambas partes, con algún bote de humo e insulto desde la protesta y el himno de España como réplica de la ultraderecha. De hecho, los participantes en el mitin hicieron numerosas alusiones a los manifestantes durante sus diversos turnos de palabra.
La primera en comparecer fue la cabeza de lista por Lugo, a las elecciones autonómicas del 12 de julio, Sonia Teijeiro, que dio las gracias «a los 16 valientes que conforman la lista de su partido» debido al «grado de acoso y difamación» realizado desde «grupos radicales», resaltó Teijeiro. Mientras hablaba la candidata de Vox, el bella ciao sonaba por parte de los manifestantes en la Plaza del Campo Castillo, que afirmaba que «Lugo será la tumba del fascismo».
Teijeiro dijo que desde Vox comparten el «sueño» de una «Galicia libre», de «gallegos iguales y sin imposiciones del separatismo», concluyó, antes de pasarle la palabra a Jorge Buxadé, parlamentario europeo de Vox. Buxadé hizo su aparición hablando para «el coro que acompaña en la campaña», refiriéndose a los manifestantes. «No os preocupeis» ,dijo, porque después «Santiago Abascal os dará lo que os merecéis».
El parlamentario europeo pidió coherencia al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo «porque Vox dice lo mismo en Galicia» que en «cualquier otro lugar» y eso no lo hace, según Buxadé, «el Partido Popular». «El galleguismo es el nacionalismo encubierto de Feijoo», finalizó el representante de la formación verde.
Con gritos de ‘fascismo nunca maís» y «españolitos, españolitos’ apareció Santiago Abascal, contraponeindo a la «la buena gente, los patriotas» a la «la chusma totalitaria». Los gritos de «fuera, fuera» se hicieron más ostensibles, pero el líder de Vox fue a más. «Estamos en Lugo porque es nuestra patria, nuestra tierra», señaló Abascal, mientras exclamó: «dejad los insultos, las piedras y las amenazas».
«No tenéis otra forma de alcanzar el poder» salvo con «el amedentramiento y la violencia», incidió. «Menos piedras y más proyectos», continuó Abascal, quien defendió venir a Lugo «sin ningún tipo de complejo» su proyecto político y sin pedir permiso «a la chusma».
«Nuestro proyecto es confrontar y discutir con los que no saben hablar» y ha insistido en nadie los hará «callar». «Nuestra patria tiene que ser respetada en el mundo» y no «humillada en Europa», insistió, porlo que pidió a los gallegos «una oportunidad» frente a un Feijoo «ególatra».
«Vox lo vigilará» para garantizar la libertad «en esta tierra», aseguró, para cenusurar las «encuestas de mentira y de la trampa». «Nuestros candidatos estarán en el parlamento gallego» y serán una «voz determinante», finalizó.