Un banco clavado sobre un petroglifo. Esta es la imagen que se encontró un grupo de miembros del colectivo A Rula durante una prospección pasiva en el Monte San Lois, en el municipio de Noia, que ya ha denunciado el caso ante la Dirección Xeral de Patrimonio.
El colectivo estaba realizando una visita al Monte San Lois para buscar conexiones visuales entre este punto y el Monte Louro. Allí, en un espacio que destaca por la vista al propio monte, el Ayuntamiento limpió la zona y clavó un banco sobre una piedra en el suelo.
Este banco se instaló sobre una pila natural en la que se conservan unos grabados que no están catalogados. Los dibujos, hasta ahora desconocidos, están muy erosionados pero son visibles a plena la luz del día.
Luis Leclere, presidente del colectivo, explicó en declaraciones a Europa Press, que los miembros de la asociación realizaron un estudio de la zona y de los propios dibujos en la piedra para informar del caso a Patrimonio, con el fin de que se valore su catalogación y se revierta esta situación.
Uno de los puntos más preocupantes de este descubrimiento, ha añadido Leclere, es que el petroglifo se ubica en una zona «de cautela» del Castro do Monte San Lois, un bien «que sí está catalogado». Por tanto, la actuación ejecutada en la zona «debería tener una autorización» de la Dirección Xeral de Patrimonio y debería haberse informado para realizar un control arqueológico previo.
El colectivo ya había localizado una referencia en 2010 de un grabado moderno imitando petroglifos en el monte San Lois, que consistía en una supuesta espiral, aunque aparentemente quedó destruido por unas actuaciones en la ampliación de los márgenes de una carretera.
En esta ocasión, los petroglifos hallados serían «los primeros conocidos» en el área de influencia del Ayuntamiento de Noia.