Los métodos memorísticos en la enseñanza nunca tuvieron muy buena prensa, mismo hubo momentos en que se cuestionó este tipo de aprendizaje como contraproducente. El paso de los años hizo llegar libros de texto más visuales que, hasta cierto punto, permitía una interacción entre el alumnado y el soporte en papel. Con la llegada de los medios audiovisuales a interacción entre lo que se quería enseñar y el estudiantado aumentó. La aparición de las tecnologías digitales con una mayor “ inmediatez” de acceso a conocimientos permitió acelerar procesos de aprendizaje. No obstante, podrían los usos de la tecnología digital impedir el desarrollo educativo pleno de los más nuevos, los bautizados ya como Generación Alpha, nacidos en la última década y ya completamente nativos digitales?

USO Y ABUSO DE INTERNET

La puerta que ofrece Internet a conocimientos antes muy difíciles de obtener, también abre la posibilidad de sobrexposición a la red. Una explicación plausible estaría en el estilo de interacción entre gente jóvenes y contenidos. Dicha interacción es más intensa que con libros de texto por ser la red una plataforma totalmente audiovisual. Esto facilita en algunos casos la comprensión de materias o conceptos que los jóvenes no comprenderían mediante una explicación “convencional”.

Esta mejora en la facilidad para interactuar con los soportes educativos ya se venía practicando desde hace lustros. “Todo cada vez es más visual, contenidos muy breves en texto, pero si vas a los libros de texto de 30 o 40 años atrás, no tienen que ver con los de hace diez años o ahora, que son más esquemáticos”, dice Xesús Bermello de CIG-Ensino. Esa esquematización busca la comprensión inmediata de conceptos sin recurrir a textos extensos.

La respuesta inmediata a cuestiones académicas o de la vida diaria hace que los más jóvenes tengan la red como una fuente de conocimiento casi única. Entre las consecuencias estaría el uso ilimitado de internet. “Tenemos claro que el abuso de las nuevas tecnologías puede llevar precisamente la que no haya una capacidad de discriminación y retención de conceptos por parte del alumnado” apunta Julio Díaz del sindicato ANPE. El alumnado, por tanto, deja de lado la retención de conocimientos porque no la ve como imprescindible.

José Manuel Cabezudo, del sindicato STEG, no siente la instantaneidade de la red como tal. Las respuestas que se pueden tener sacar pueden no ser válidas, por tanto es necesaria una busca más profunda. “El saber dar con la información correcta es algo que tenemos que enseñar a los más jóvenes dentro de los centros de enseñanza, mas es complicado”. Esa complicación vendría dada en gran parte por la necesidad de autorregulación desde el alumnado en cuanto el acceso a según qué contenidos.

¿CUESTIÓN DE REDES?

Existe un debate sobre sobre si el uso de internet por parte de los jóvenes podría estar limitando sus capacidades cognitivias y de desarrollo, tanto a nivel intelectual como neurológico. Se preguntan los expertos si existen efectos secundarios por el uso de la red y los soportes que permiten acceder a ella. Este debate sí es conocido en los círculos de educadores, pero no se ha trasladado en firme a la comunidad educativa, según dicen algunas fuentes relacionadas al profesorado de primaria y secundaria.

La cuestión de si la sobrexposición a los estímulos procedentes de ordenadores, móviles o tablets, puede interrumpir el desarrollo neuronal de la persona en sus primeros años, es vista con prudencia desde los profesionales de la educación. Los hay que no se atreven a afirmar con rotundidad cambios evidentes dentro de las capacidades del alumnado. “Personalmente, entiendo que se puede producir un cambio en cómo accedemos a los contenidos y cómo se conecta el cerebro” declara Xesús Bermello.

Apuntábamos antes a los cambios de interacción entre alumnos y la red por ser un medio audiovisual. Este hecho no tendría que ser un defecto o un peligro. La información recibida de manera auditiva y visual queda más fácilmente retenida en la memoria. “Los estímulos auditivos y visuales que recibes ayudan a la creación de redes neuronales en el cerebro, que se forman en base a conocimientos” dice José Manuel Cabezudo.

La retención de conocimientos capacita a las personas para resolver situaciones en la vida diaria y en otros niveles. El uso de la capacidad retentiva y su aplicación redundaría en una mejor calidad de vida para las personas según Julio Díaz. “En temas relacionados con la tercera edad, aprender y retener es imprescindible para tener el cerebro funcionando”. Mas también estamos delante de un entrenamiento de la capacidad de “ discernir y sobre todo diferenciar, criticar y gestionar determinadas situaciones que no se hacen sentados delante de una máquina”.

¿Están formados los más jóvenes para discernir, diferenciar, criticar y gestionar situaciones? Para algunos educadores existen rasgos entre las nuevas generaciones de alumnos de primaria y secundaria, que indicarían una necesidad de mejora en determinados aspectos entre el alumnado. Las más notables serían “una menor capacidad de regulación de comportamientos, la importancia que le den esos alumnos y alumnas a la obtención de conocimientos y también la falta de tolerancia hacia la frustración” señala José Manuel Cabezudo.

No todo queda en manos de los estudiantes, las familias debieran ser educadas en el uso de Internet, señalan estos educadores. Los padres y madres podrían controlar el acceso de los hijos e hijas a determinados contenidos y de paso, hacer que esta gente joven se relacione con sus iguales de manera personal, no mediante redes sociales. Por tanto, para los educadores es necesario un cambio de actitud hacia el acceso como a los conocimientos que se puedan sacar de la red.