La conflictividade entre alumnos y profesores no es nada nuevo, pero en los últimos años va en aumento. Una situación que está provocando la reacción del colectivo de profesores que ven como la Xunta no hace nada hasta que los casos saltan a los medios de comunicación.
Desde el sindicato ANPE que creó la figura del Defensor del Profesor, apuntan que “el modelo de conflictividad ha cambiado, no es alarmante en Galicia, mas queremos llamar la atención”. Ese cambio en el modelo de conflictividad se debe según Julio Trashorras, Defensor del Profesor y miembro de ANPE, a que ahora esta conflictividad se ha extendido a la enseñanza primaria.
¿CRISIS DE VALORES?
“ES cómo se la sociedad quisiera imponer una aceleración en la madurez de los rapaces de entre 11 y 12 años, pensamos que un chico de esas edades había debido ser como un adulto en miniatura” señala Trashorras. Este fenómeno para el miembro de ANPE es muy propio de las sociedades urbanas, pues en el rural aun conviven con cierto número de familiares. “Habría que abrir un debate sobre la conciliación familiar, sobre la necesidad de abordar este tema con las las familias”.
¿Somos testigos de una crisis de valores? “Crisis de valores ha habido siempre en todas las épocas” dice Bernardo Penabade, profesor en Burela. “La escolarización hasta los dieciséis años también ha prolongado la posibilidad de conflicto dentro de las aulas”. Lo que sí es evidente para los profesionales de la enseñanza es un cambio gradual en la actitud de los alumnos que tienen “un carácter más agresivo y altivo que incluso ha borrado el sentido de jerarquía no solo con el profesor y también entre ellos” dice Maica Couto del sindicato STEG. A lo que dice Couto se suma también a la “falta de empatía y un egoísmo que se dan en edades tempranas, mas ahora parece que se prolonga en el tiempo”.
La ausencia de empatía y las actitudes egoístas culminan muchas veces en falta de tolerancia a la frustración. Esto puede observarse en menores sobreprotegidos que muchas veces no pueden resolver problemas habituales del día a día. Para los profesionales de la enseñanza, actualmente se deja muy poca margen de resolución a los menores. No saber resolver una situación que requiera un cierto grado de empatía, de escucha y paciencia, puede llevar a niños y niñas que vivan en una frustración permanente.
PROFESORES Y REFERENTES
Los profesores que están cerca de la jubilación es uno de los segmentos que más acude al Defensor del Profesor. Estos profesionales a veces no consiguen adaptarse a las nuevas exigencias curriculares o a las nuevas tecnologías, algo muy necesario en la enseñanza. “Cierto que puede haber una falta de renovación curricular, pero a eso se le suma la falta de atención a la diversidad” señala Penabade.
“Se cuestiona constantemente la labor de los profesores por parte de los padres que solo tienen la versión de sus hijos” dice Maica Couto que, por el contrario, también señala la sobre exposición informativa de esos mismos padres “pues al acceder a la sobre información que ofrece Internet está el riesgo de que mucha de esa información no sea cierta”. La busca de información en la Red puede crear situaciones en que padres y profesores acaben en relaciones polémicas, mas “las TIC no son determinantes, hay que reconocer que a veces surge violencia en grupos de redes sociales de cara a los profesores” dice Bernardo Penabade.
La infancia y la adolescencia son períodos en los que las personas buscan referentes para imitar. Los primeros referentes son los padres. Esos padres quizá hayan vivido épocas en las que los profesores tenían una incidencia sobre el alumnado muy diferente a la de ahora. Puede ser que los padres vivieran situaciones difíciles con profesores en su infancia y adolescencia y por eso no quieran que sus hijos vivan las mismas situaciones. “La actitud de los padres muchas veces es de confrontación de cara al profesor o profesora, y esa actitud luego es imitada por los hijos y que la trasladen a su comportamiento dentro del aula” dice Julio Trashorras.
La cuestión es que la mayoría de modelos “válidos” para los más jóvenes son los que aparecen tanto en medios como en plataformas digitales. “Las jóvenes quieren ser youtubers o influencers, mientras que los jóvenes quieren llegar a ser futbolistas” señala Trashorras, que además destaca como lo efímero de estos referentes no parece llamar la atención de chicos y chicas. “A principio de curso hablan de una influencer o de un futbolista, preguntas por que cambian de opinión es porque ya no están de moda”. Esto evidencia para algunos profesionales la pérdida del sentido de esfuerzo y que no se tenga en cuenta lo difícil que es para algunos deportistas, por ejemplo, reintegrarse en la sociedad.
Además, existen otros referentes que “no tienen ningún tipo de cultura, que el único a tumba abierta para ellos es ir guapos, bien vestidos, bien peinados y gastar en ropa de marca” dice Maica Couto. “Son personas que trasladan un mensaje de vacío a los chicos y chicas, por eso quieren gastar dinero en ropas de marca o imitar a esta o aquella persona que sale en televisión”.
¿HAY GRUPOS MÁS VIOLENTOS QUE OTROS?
El estudio del Defensor del Profesor señala que el índice de conflictividad es más elevado en secundaria, seguida por primaria y en tercer lugar por formación de adultos, donde se incluye FP Básica. “ES curioso que se dé el caso de educación para adultos, porque en teoría son personas que ya tienen claro en qué se quieren formar” dice Trashorras. “El caso es que dentro de este grupo también se incluye la FP Básica donde gran parte del alumnado no tiene motivación”.
La diversidad entendida en un sentido amplio que iría más allá de la diversidad funcional o de la cuestión de género. “En FP Básica hay una insuficiente atención a la diversidad motivada por el rol masculino de muchas ramas de esta rama educativa” dice Penabade. “En muchos centros no se atiende a la diversidad de género porque se sobreentiende que esa FP es formación solo para chicos”.
La atención a la diversidad perdió fondos dentro de los presupuestos en Educación. Esa pérdida presupuestaria trajo consigo la pérdida de profesorado especialista en diversidad. La incorporación de personal para la diversidad pondría freno a los casos de violencia porque se atendería a problemas de violencia en el hogar, exclusión social y casos de abuso de drogas y alcoholismo. Otro factor que resaltan también los profesionales consultados, son aquellos y aquellas alumnas que necesitan de una adaptación curricular especial. Un caso recurrente son los alumnos y alumnas repetidoras. “Se sienten excluidos y si hay exclusión hay tensión” dice Penabade.
El estudio hecho por el Defensor del Profesor, apunta además que casi el 60% de los profesores no se sienten apoyados por la Administración en cuanto sus demandas sobre conflictividad dentro de las aulas. “La Administración presta más atención a lo que puedan decir un grupo de padres en los medios o en las redes que a las demandas de profesores y profesoras” dice Trashorras.
La conflictividad dentro de las aulas en Galicia no es alarmante, pero el colectivo de profesores y profesoras demandan mayor atención a cuestiones relativas a una mejor adaptación curricular y mayor atención a cuestiones presentadas por los profesionales de la enseñanza. Evitar que cierto tipo de formación, como FP Básica, sean un cúmulo de alumnos y alumnas desmotivados y sin atención, y junto a esto, prestar mayor atención a la diversidad. Y sobre todo, un cambio profundo en los referentes en los que se basa la gente más joven en cuanto valores.