El Hospital Álvaro Cunqueiro ha utilizado nuevos sistemas tecnológicos para monitorizar las Unidades en las que se encuentran ingresados pacientes con COVID-19 y mejorar su control y sus condiciones.
Según ha precisado la gerencia del Área Sanitaria de Vigo, el sistema de monitorización se ha extendido a Unidades de Cuidados Intermedios y se ha puesto en marcha el programa piloto ‘Habitación Inteligente’, que permite enviar información del paciente mediante cámaras wifi al control de Enfermería.
De este modo, se ha reorganizado la atención prestada en Unidades de Cuidados Intermedios, centradas en pacientes de Neurología, Cardiología y Neumología ingresados que necesitaban una atención especial. Así, se ha reorientado la atención para adaptarla a pacientes de estas áreas con COVID-19 o sospechosos de padecerla.
En ese sentido, la directora de Enfermería del Área Sanitaria, Pilar Reza, ha explicado que se han reorganizado las Unidades de Cuidados Intermedios y las de críticos para asignar a los pacientes independientemente de su patología. Dado que los pacientes aislados en las primeras no son críticos pero precisan de cuidados específicos, se ha optado por un sistema de monitorización que permita evaluarlos de modo permanente.
En concreto, este sistema recoge información sobre los parámetros fisiológicos de los pacientes desde sus camas y los envía al control de Enfermería para que los profesionales puedan seguir su evolución con fiabilidad sin desplazarse a la habitación. Estos datos se registran, lo que facilita la realización de estudios clínicos y la toma de decisiones treapéuticas. Además, el sistema incluye la activación de alarmas cuando las constantes de un paciente varían.
PROGRAMA PILOTO
En este contexto, se ha puesto en marcha el programa piloto ‘Habitación Inteligente’ mediante la colocación de cámaras wifi en 12 cuartos. Este sistema precisa de la colaboración de los pacientes, que deben colocarse los aparatos de medida en los intervalos de tiempo acordados con los profesionales para que se remitan los resultados.
Estas iniciativas permiten reducir las visitas a las habitaciones y, de este modo, disminuir las molestias a los pacientes con COVID-19 o sospechosos de padecerla y el riesgo de que contagien a los profesionales.
Así, se instalan monitores en las cabeceras de las camas que recogen datos y los envían mediante un cable de red. Para ello, estos dispositivos recogen mediciones de electrocardiógrafos, pulsioxímetros y tensiómetros o telemetrías cardiológicas mediante un concentrador.