Los sindicatos de profesionales sanitarios CESM, CIG, Comisiones de Base (Co.bas), O’Mega, Prosagap y T.S.P. han convocado dos concentraciones en Pontevedra esta semana para demandar a la Consellería de Sanidade «EPIs adecuados», test PCR e incremento de plantilla en Atención Primaria y los hospitales provincial y Montecelo en el marco de la crisis por la COVID-19.
Según han concretado en un comunicado conjunto, piden a Sanidade «una planificación eficiente que garantice el desarrollo de sus competencias», para lo que consideran «imprescindible dotar al Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHUP) de los Equipos de Protección Individual (EPIs) adecuados y necesarios»; así como de «los test PCR para todos los profesionales del área» y que se incremente la plantilla «en los términos que se necesitan para poder mantener su actividad con unas mínimas garantías a consecuencia del coronavirus COVID-19».
Los representantes de los trabajadores sanitarios de estas seis centrales sindicales consideran que sus reivindicaciones «son necesarias». Por ello, para «manifestar su descontento y malestar», han indicado, convocan sendas concentraciones a las puertas de los hospitales Provincial de Pontevedra, a las 12,00 horas, y Montecelo, a las 11,00 horas, de este martes 28 y jueves 30 de abril.
Estos sindicatos reiteran que resulta «necesaria y urgente una planificación eficiente» de los medios materiales y humanos, «reforzándolos en la medida de lo posible, para garantizar el trabajo que se desarrolla a diario, evitando todos los riesgos de contagio posibles», resaltan, y «seguimiento del estado de salud de todos los trabajadores», especialmente de los que, «tras estudio oportuno, sean positivos a COVID-19».
Por ello, los representantes sindicales de los sindicatos convocantes hacen un llamamiento a celadores, administrativos, técnicos, personal de mantenimiento, cocina y lavandería, Enfermería y médicos del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra, tanto en Atención Primaria como Especializada, para que secunden las concentraciones «con el fin de resolver una situación enquistada desde hace más de una década», que, han sentenciado, «se ha agravado con la pandemia del COVID-19».