El director xeral de Maiores, Ildefondo de la Campa, achaca el «inevitable aumento» de muertes en residencias de mayores que se ha producido esta semana a la «fragilidad» de este sector poblacional del que «no se puede esperar una evolución lineal».
Si bien las residencias gallegas se encuentran ahora en una «fase de contención del virus», los pacientes que padecen COVID-19 y que permanecen en estos centros «cuentan con otras patologías, necesidades importantes y son grandes dependientes», lo que «los convierte en un sector muy muy frágil», ha apuntado de la Campa en una entrevista con Europa Press este viernes.
De esta manera, recuerda que aunque Galicia «evoluciona hacia la normalización», resulta «inevitable» el aumento de fallecidos «con algunos picos» como los de esta semana. De hecho, considera que «la forma en la que dejarán de aumentar los fallecidos, será reduciendo el número de positivos» dentro de estos centros.
Ildefonso de la Campa explica así que la Comunidad haya registrado el fallecimiento de 16 personas procedentes de residencias durante el miércoles, 9 dentro de los propios centros y 7 en residencias integradas u hospitales. A pesar de todo, cree que la «normalidad» está acercándose, la Xunta «actúa responsablemente» y si los mayores «necesitan atención sanitaria la reciben igual que cualquier ciudadano gallego y si es de carácter social, también la recibirán».
En este sentido, ha querido trasladar a la población que «los mayores están atendidos exactamente igual que el resto de la ciudadanía gallega», pero que «si algún familiar quisiese llevarse temporalmente a un usuario» la Administración no pondría «ningún impedimento», pero recomiendan que en caso de gran dependencia «permanezca en las instalaciones» para recibir la asistencia que necesitan.
INTELIGENCIA, MEDIOS Y CAPACIDAD
Estos mismos centros también están certificando un número cada vez mayor de altas hospitalarias, por lo que son muchos los ancianos que están volviendo a sus hogares residenciales. Sin embargo, esto «no evita la preocupación de que aparezcan caso nuevos».
«Hay que estar encima de las entidades, mantener al personal sociosanitario en alerta constante y extremar las medidas de higiene personal y protección a través de material», advierte el responsable de Maiores al tiempo que destaca la «normalización» que se está empezando a percibir en la «entrega de material de protección suficiente» para «una atención» adecuada a los residentes.
Desde su departamento también están trabajado para «ver qué modelos están funcionando mejor y qué posibilidades deben que implementarse para facilitar y garantizar la calidad de vida» de los usuarios de las residencias. «Esto no puede ser un ‘ad eternum’, sino que tenemos que ir poniendo ya a disposición de las residencias inteligencia, medios y capacidad material para dar respuesta a estas necesidades», señala.
BUENOS MODELOS DE GESTIÓN
Además, el director xeral de Maiores cree que esta pandemia también dejará «lecciones» en el ámbito residencial, así como el económico, sanitario y social. Señala que «los recursos económicos» y la «reorganización» serán determinantes para «los cambios tecnológicos que hay que hacer», la «mayor protección o «la garantía de más controles» en estos centros.
«Hay que poner a disposición todos los recursos», pero también se debe «reflexionar» sobre la huella que dejará el coronavirus en las cuentas públicas, ha subrayado.
Una de las puertas que abra el COVID-19 será la búsqueda de «buenos modelos de gestión y actuación» en las residencias, sobre todo en lo que respecta a un «profundo proceso de formación» de los trabajadores para la gerontología, para que «si mañana surge algo como esto, ya sepamos como actuar como sociedad».
«Todo el que tenga cabeza y manos es importante que las ponga a favor de los demás», tanto la «inteligencia desde el sector sanitario para saber cómo se trata esta pandemia en espacios comunitarios», como en el sector social «para saber cómo adaptar las necesidades diarias de las personas con dependencia dentro de este entorno».
Ha mencionado también que la búsqueda de estos modelos debe beneficiar «al sector de familiares, para que tengan garantías de una mejor comunicación con sus mayores». Destaca, que el conjunto de la sociedad debe conocer que «las residencias de mayores son recursos imprescindibles».