El Gobierno gallego ha dado un nuevo giro a las medidas en los centros frente al coronavirus. En una jornada marcada por el clamor de los claustros de profesorado, de equipos directivos y de asociaciones de padres frente a las instrucciones marcadas por la Xunta, la Consellería de Educación ha publicado unas nuevas directrices en las que deja en manos de los directores la decisión sobre la presencia de los docentes en estas instalaciones a partir del lunes.

Estas medidas, que son provisionales en función del avance de la pandemia, establecen que la atención al alumnado en todos los centros, salvo en los de infantil y primaria de menos de seis unidades, se realizará de manera presencial por parte de profesores cuando así lo determine el equipo directivo, siempre que no presente sintomatología.

Con esta decisión, Educación deja en manos de los equipos directivos la responsabilidad de que los docentes tengan que acudir o no a los centros educativos, salvo en el caso del personal de refuerzo educativo o auxiliares de conversación.

Las instrucciones indican que los docentes que tengan que acudir a los centros prestarán tutorías y atención a los estudiantes por medios no presenciales, telemáticos, telefónicos o de los que dispongan en estas instalaciones.

«El centro dispondrá de las medidas necesarias para facilitar la continuidad del proceso de aprendizaje del alumnado fuera del ámbito escolar. Cada centro, dentro de su autonomía pedagógica y de gestión, establecerá un sistema de comunicación e información con el alumnado y las familias a través de las herramientas o plataformas con las que trabaja habitualmente, así como cualquier otro medio de comunicación que el centro estime adecuado para esta situación», señala el documento.

«VERGONZOSO»

Estas nuevas directrices se han emitido mientras representantes de todas los sindicatos docentes de la mesa sectorial permanecen en las instalaciones de la Consellería para protestar por las medidas que está aplicando la Xunta ante la crisis sanitaria relativas a los trabajadores de los centros

Allí mismo, se les hizo entrega en mano del nuevo documento, que desde la CIG-Ensino ha calificado de «vergonzoso». «La Consellería sigue a lo suyo, no asume su responsabilidad y serán las direcciones las que decidan si hay que estar en los centros o no», censura el sindicato.

Suso Bermello, de la CIG, había comparecido previamente en rueda de prensa para criticar esta situación y de la «irresponsabilidad» de obligar que los docentes estén presentes en estos centros, al tratarse de una medida contradictoria con el intento de contener el COVID-19.

ANPE-Galicia también ha rechazado «absolutamente» estas nuevas medidas, que ha tachado de «barbaridad» y de dejación de responsabilidad.

LOS CENTROS «NO ESTÁN PREPARADOS»

Las medidas aplicadas por la Xunta están generando una sonora crítica entre la práctica totalidad de la comunidad educativa. El director del IES de Mos ha sido uno de los primeros en trasladar su rechazo a obligar a los profesores a permanecer en los centros durante el cierre temporal de 14 días, unas medidas que no puede «compartir ni entender» tanto por ser «contradictorias» como «incoherentes» con el objetivo de limitar un posible contagio.

Al mismo tiempo, ha trasladado su «protesta formal más intensa» por no haber informado de manera oficial tanto de esta medida como de la suspensión de las actividades con la antelación suficiente para adoptar medidas eficaces ante una situación «de enorme gravedad».

Diferentes claustros, como el del CEIP de Viñas de Poio, han emitido resoluciones contrarias a esta obligación, instando a salir de casa «solamente para lo imprescindible para evitar contagios innecesarios»-.

En declaraciones a Europa Press, Francisco Lires, de la Federación de Directores de Centros Públicos, Francisco Lires, ha advertido de que el Gobierno «tiene que ser más drástico» y no dejar «el marrón para las direcciones», una decisión que han adoptado «tras la presión de asociaciones, directores y sindicatos» tras el «sin sentido» de las órdenes iniciales.

A pesar de ello, ha advertido de que los centros no disponen de «plataformas ni conexiones adecuadas» para efectivizar las intenciones de la Consellería para mantener el ritmo de la actividad lectiva, lo que podría demás provocar situaciones «discriminatorias» para el alumnado que carezca de medios tecnológicos. «Se hará lo que se pueda», ha reconocido.

LLAMADA A LA «RESPONSABILIDAD»

Diferentes confederaciones de ANPA también han emitido comunicados para llamar a la «responsabilidad» de la Consellería a la hora de realizar una comunicación adecuada de todas estas actuaciones, sobre todo al tratarse de medidas que afectan «directamente a la conciliación» tanto de las familias como de los docentes y los equipos de los centros.

Asimismo, desde Confapa-Galicia han reclamado medidas laborales y económicas para la protección de los trabajadores, sobre todo tras la suspensión de actividades que tendrá «un coste que afecta directamente» a las empresas y empleados que ofrecen servicios a las asociaciones de padres.

Desde Anpas Galegas han insistido, además, en que las clases a distancia no serán posibles «de un modo generalizado», y ha solicitado que se apliquen medidas de conciliación para todas las actuaciones que se harán efectivas a partir del lunes.