Los sindicatos y las Anpas de Galicia han valorado la confirmación de que la vuelta a las aulas se producirá el 10 de enero y de forma presencial, aunque han advertido de que esa presencialidad «nunca estuvo en cuestión» por su parte, y han recalcado que la posibilidad de retrasar o modificar la modalidad del retorno a las clases «no era el debate», sino «las condiciones» en las que alumnos y docentes tendrán que desarrollar su labor.
Así lo ha trasladado en declaraciones a Europa Press el responsable de CIG-Ensino, Suso Bermello, que ha incidido en que este martes, en la reunión entre las Comunidades Autónomas y los ministerios de Sanidad, Educación y Universidades, «no había sobre la mesa un debate real». De hecho, ha añadido, el cuestionamiento sobre la fecha de reinicio de las clases tras la Navidad fue, a su juicio, «una farsa para acallar el debate de fondo».
Bermello ha recordado que «todo el mundo» mayoritariamente defiende las clases presenciales, independientemente de la fecha de inicio, pero ha advertido de que «el problema está en como vuelven alumnos y docentes a sus centros, con qué medios, recursos humanos y materiales, etc.».
El responsable de CIG-Ensino ha incidido en que, en el caso de Galicia, la Xunta mantiene una política de recortes que merma el número de profesores y otros recursos disponibles, con la única finalidad de retornar a la «normalidad presupuestaria» anterior a la pandemia «como si aquí no pasara nada».
Por su parte, la secretaria xeral de CC.OO-Ensino, Mari Luz Pérez, ha recalcado que los sindicatos siempre han defendido la enseñanza presencial, ya que es la única que permite mantener la equidad entre los alumnos.
Según ha señalado, ya desde el principio de la pandemia, los centros educativos demostraron ser «seguros» y «los contagios se veían cuando estudiantes y profesores volvían de sus vacaciones». Por tanto, ha confiando en que la situación se contenga y vaya mejorando progresivamente, dado el número de jóvenes vacunados y de niños menores de 12 años que ya cuentan con al menos una dosis.
Mari Luz Pérez ha hecho un llamamiento a «no relajarse» para que se pueda mantener esa presencialidad y evitar tener que volver a la «teledocencia» que «fue una salida» al principio de la pandemia, pero cuyos resultados «no fueron buenos», al faltar recursos, formación, contenidos, etc.
Felipe Balboa, de la FeSP de UGT, también ha lamentado que se haya «perdido la oportunidad» de modificar el modelo y ha censurado que se eliminasen los desdobles de profesorado, que «se demostró en su momento que funcionaron» para contener los contagios en las aulas. «Todo se hace con un criterio economicista (…) se intenta dar una sensación de normalidad, que no existe, para no tener que invertir ni tomar medidas de calado», ha criticado.
DEBATES «QUE NO EXISTEN» PARA «TAPAR LAS CARENCIAS» DEL SISTEMA
En la misma línea, el presidente de la Confederación de Anpas Galegas, Fernando Lacaci, ha insistido en lo que ya denunció en las horas previas a la reunión de consejeros y ministros: «Están constantemente engañando a la gente, metiéndole en la cabeza debates que no existen, para tapar las carencias derivadas de la mala gestión de las administraciones».
Lacaci ha reiterado que «el debate real es sobre como se atiende a la gente» y ha lamentado que haya «un constate ruido que tapa lo importante».
Al respecto, ha advertido de que, en Galicia, la Xunta «lleva metiendo la pata 2 años», a pesar de que la pandemia debería haber sido «una oportunidad» para avanzar en la modernización del sistema educativo, en la eliminación de la brecha digital, en la formación de docentes, alumnos y familias para poder usar recursos tecnológicos en caso de teledocencia, o para reducir las ratios de alumnos por profesor.
Finalmente, ha hecho hincapie en el «abandono» y la «desatención» a los alumnos con necesidades especiales, que han estado «pisoteados» durante la pandemia, sin que se hayan tomado medidas para garantizarles una educación y atención adecuadas.
XUNTA DE GALICIA
La Xunta de Galicia ha confirmado este martes que los escolares gallegos volverán a clase de forma presencial el próximo 10 de enero, aunque el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha mostrado su preocupación por pero ha mostrado su preocupación por los «cambios» en la «vigilancia y gestión» de los casos positivos de los niños.
A la espera de que haya un protocolo actualizado, la Xunta mantiene que los niños (mayores y menores de 12 años) que resulten positivos por Covid, al igual que el resto de población, deberán guardar cuarentena de 7 días. Con respecto a los contactos estrechos, deberán guardar cuarentena aquellos niños que no estén vacunados o los menores de 12 años, que no cuentan con la pauta completa.
García Comesaña ha destacado la importancia de avanzar en la vacunación de los más pequeños, y ha incidido en que los centros escolares han sido «seguros» y «así deben seguir».