El Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha empezado este martes a suspender y aplazar intervenciones quirúrgicas «no prioritarias» y a no permitir las visitas a pacientes ingresados en los tres hospitales del área sanitaria de Pontevedra-O Salnés: el Montecelo, el Provincial y el de Vilagarcía.
Así lo ha confirmado en declaraciones remitidas a los medios la directora asistencial del Área Sanitaria, Sonia Fernández-Arruti, quien además ha confirmado que la presión en los centros «empieza a ser un poco preocupante».
De acuerdo con datos ofrecidos por Fernández-Arruti, los hospitales del Sergas correspondientes a esta zona cuentan con 59 pacientes covid ingresados en planta: 50 en el Hospital Montecelo y nueve en el de O Salnés, en Vilagarcía de Arousa.
Además, la directora asistencial constata que la situación en las unidades de cuidados intensivos (UCI) también «empieza a ser preocupante». En concreto, están en estas unidades 17 pacientes –16 en Montecelo, aunque cinco de ellos ya han negativizado de covid, y uno en O Salnés–, pero se espera que en las próximas horas se sume a estos alguno de los que están en planta por empeorar.
Por todo esto, y porque también hay «dificultades para ingresar a pacientes que acuden por Urgencias» a los centros sanitarios, Fernández-Arruti ha explicado que «en la mañana de hoy (martes) y de mañana (miércoles)» ya se han suspendido intervenciones quirúrgicas no prioritarias a personas que, eso sí, «podían esperar».
Así, la pontevedresa es la quinta área sanitaria, tras A Coruña-Cee, Santiago-Barbanza, Vigo y Ferrol en adoptar esta medida.
VISITAS Y TEST DE ANTÍGENOS
Además, tampoco se permitirán visitas a los pacientes hospitalizados «salvo en casos excepcionales y justificados». «La transmisión comunitaria ya es muy elevada y estamos viendo que con los acompañamientos de los pacientes está habiendo algún contagio», ha aseverado la directora asistencial del Área Sanitaria.
Como tercera medida, ha avanzado que se empezará a utilizar test de antígenos con los pacientes ya hospitalizados, con el fin de «poder detectar lo antes posible» si se contagian durante su estancia. Hasta ahora, se hacía una PCR en el momento de su ingreso.