La mujer que recibió la primera vacuna de Pfizer contra el COVID-19, Josefa Paleo, conocida como ‘Pepita’ y nacida en Lugo, ha aprovechado este lunes, día en el que se le ha administrado la segunda dosis, para pedir a la población que se vacune. «Si no se vacuna toda la gente de la calle, esto no se marcha», ha declarado.
‘Pepita’, de 80 años de edad, recibió la primera dosis el pasado 27 de diciembre en la Residencia Mixta de Gijón, donde lleva doce años viviendo. Tal y como señala el fabricante, la segunda dosis ha de administrarse pasados 21 días. A partir de ahí, la protección contra la enfermedad se activa por completo en el plazo de una semana.
Nacida en la provincia de Lugo, ‘Pepita’ ha hecho un llamamiento a todos los ciudadanos para que, además de vacunarse, cumplan con las normas y «se comporten como tienen que comportarse y no ir a botellones ni hacer fiestas ahí, en terrazas, sin mascarilla y tantas horas, porque eso es un desastre total». Se ha referido a la importancia de las mascarillas, de la distancia social y ha dicho que hay que evitar salidas innecesarias.
En cuanto al aumento de la incidencia del nuevo coronavirus que se está observando estos días, ‘Pepita’ no ha ocultado su preocupación. Ha dicho que se sienten seguros en la residencia.
En el primer día en el que el equipo de vacunación del área sanitaria V (Gijón) ha empezado a administrar la segunda dosis de la vacuuna a residentes de centros de mayores y a personal sociosanitario, también ha recibido esa segunda vacuna Domingo Guzman, otro usuario de esa residencia de mayores gijonesa pública.
«Yo veo que la vacuna es necesaria para todos, porque si alguien no se vacuna podría perjudicar a las demás personas; para mí, debería de ser obligatoria», ha considerado.
La técnico auxiliar del cuidados de Establecimientos Residenciales de Asturias (ERA) en el Centro Polivalente de Recursos La Mixta de Gijón Socorro Mancebo ha admitido sentirse emocionada. «Tengo esperanza porque es el único paso adelante que podemos dar», ha dicho en relación a la vacuna. Considera que al principio ha habido gente reticente, pero ha comentado que se ha superado esos miedos iniciales.
A ese respecto, la enfermera de atención primaria Lara Menéndez ha dicho que el porcentaje de personas que no han querido recibir la vacuna no llega al 10 por ciento y normalmente es porque tienen miedo al padecer determinadas alegrías. Pero incluso en esos casos, Menéndez ha dicho que en la mayoría de los casos la vacuna no está contraindicada.
Menéndez se ha mostrado muy satisfecha de la evolución del proceso de vacunación en Asturias en este primer grupo. «Ha salido todo muy bien», ha comentado. Espera que toda la población siga el ejemplo de los residentes y se inmunice.