El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, ha considerado «bastante razonables y comprensibles» las nuevas medidas restrictivas aplicadas al Ayuntamiento para contener la expansión de la covid-19, tras brotes como el del Multiusos de Sar. Por su parte, ha mostrado «total colaboración» para que se cumplan y ha anunciado un refuerzo del control de las fiestas y botellones.
En lo tocante a la hostelería, ha rechazado que estas limitaciones vayan a suponer «un jaque» al sector, mientras que la plaza de abastos y el tanatorio volverán «un paso atrás» debido a las restricciones de aforo. En lo relativo al mercadillo, «se está mirando cuál es la aplicación» de las nuevas normas.
Esas mismas restricciones de aforo son las que determinan que el Multiusos de Sar tenga un tope de 60 personas para los partidos del Obradoiro y el estadio de San Lázaro, el Vero Boquete, de 100, si se considera un recinto al aire libre. Para estos dos últimos casos, Bugallo ha pedido «que la propia consellería cuando estime oportuno repiense un poquito estos datos».
MULTIUSOS: CON MASCARILLA Y MENOS USUARIOS
En cuanto al brote del multiusos, ha señalado que las medidas «están tomadas», con la obligatoriedad de la utilización de mascarilla en todas las salas y la cancelación de las clases dirigidas por monitores.
Según han confirmado fuentes del multiusos a Europa Press, estas condiciones se está cumpliendo «a rajatabla» desde este jueves, cuando las instalaciones reciben «menos volumen de gente» tras conocerse la noticia.
Según ha revelado el regidor, el «problema no nace de la práctica deportiva» sino de «actividades sociales posteriores a la propia práctica deportiva». «El dato que me pasan es que en realidad el origen es un café y una comida, con personas de allí o que se conocen de allí», ha dicho.
Por su parte, las fuentes del multiusos asumen que estas son «unas instalaciones con mucha vida» y por tanto «permeables a lo que pasa fuera».
«PROBLEMAS EN ALGUNOS SECTORES»
En este escenario, el alcalde ha afirmado ser «consciente de los problemas» que crean estas nuevas medidas «en algunos sectores», pero las ha entendido no tanto a la vista de los datos de contagios, que «no son especialmente alarmantes», sino por «el escenario que viene ahí delante», con el arranque del curso escolar.
En concreto, se ha referido al inicio de las guarderías, de la primaria y la secundaria y la formación profesional. En este último caso, un «porcentaje elevado» de los alumnos «van a venir de otras zonas, algunas de ellas afectadas por brotes».
Y también ha apuntado a la apertura del curso universitario, para advertir de que será «decisivo» ser «capaces de contener la pandemia este mes y terminarlo en condiciones razonablemente buenas». Eso, ha opinado, «colocará» a Santiago «en condiciones buenas» para afrontar octubre, noviembre y diciembre.
«Si por el contrario se produjera un deterioro significativo, esto obligaría a tomar medidas mucho más restrictivas que condicionarían octubre noviembre y no sé si diciembre», ha avisado.
De ahí su llamamiento a «ser comprensivos con la adopción de estas medidas» y a «afrontarlas con serenidad y confianza», pues «va a depender de todos que obtengan los frutos» que se buscan, que es «impedir una extensión del virus».
Al sector turístico y hostelero les ha animado a pensar en 2021, año Xacobeo, ya que «probablemente» es ahora el «más perjudicado de forma directa». «Es muy importante que en Santiago contengamos la pandemia, porque nos va a permitir una recuperación más rápida y sostenida», ha reiterado.
Así, ha abogado por «dar paso a paso», con «pasos pequeños pero firmes», ya que «de nada sirve intentar correr si luego hay que volver a la casilla de salida o más atrás aún». En cualquier caso, el Consistorio «va a pelear por que se puedan levantar lo antes posible» las nuevas restricciones.
«RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL»
Sánchez Bugallo ha señalado «una línea clara» entre A Coruña, Melide y Santiago, y ha reconocido que «es muy difícil ponerle cancillas» a esta movilidad.
También ha apuntado al regreso de «gente de vacaciones» y a todo esto le ha sumado la reincorporación a actividades económicas, lo cual «incrementa el riesgo potencial», de ahí la «responsabilidad individual» que solicita a los vecinos, para no «relajarse» ni «descuidarse» fuera de la jornada laboral.
Por su parte, el Ayuntamiento no va a cerrar parques públicos ni los infantiles, ni tampoco las instalaciones deportivas al aire libre. E insta a «convencer» a los más jóvenes, después de una intervención este mismo miércoles con un grupo de chicos que «tenían una fiesta en un túnel» y el resultado de tres menores identificados.
Además, ha pedido «que nadie salga de su domicilio teniendo una orden de confinamiento», tampoco para ir al supermercado a la compra, puesto que para eso se han habilitado servicios y «se buscará una solución».
Por último, sobre las denuncias y sanciones por incumplimiento, ha recordado que «tienen que ser tramitadas por la Xunta», pues la Policía Local funciona «como órgano colaborador». Con todo, ha mostrado «plena colaboración y disponibilidad».