La conselleira de Educación, Universidade e Formación Profesional, Carmen Pomar, ha asegurado que el protocolo definitivo del Gobierno gallego para el curso académico estará «preparado» y al «cien por cien» para principios de la próxima semana, dado que el texto es «el más exhaustivo» de todas las comunidades y requerirá matizar unos «puntos mínimos» para adaptarse al acuerdo alcanzado este jueves entre los ejecutivos autonómicos y el Estado.
En una entrevista con la Radio Galega, Pomar ha destacado el trabajo desarrollado por la comunidad gallega, que se «adelantó» a algunas de las nuevas medidas planteadas por el Gobierno central, como la mascarilla obligatoria para mayores de seis años, y ha incidido en que el curso empezará según lo planeado a partir del 10 de septiembre en infantil y primaria, salvo que las autoridades sanitarias digan lo contrario.
Todavía quedan por definir algunos detalles y ultimar la gestión de los casos, para determinar conceptos como contacto estrecho, próximo, como se realizará el cierre de aulas y el momento en el que se deben adoptar estas decisiones.
En todo caso, para la titular de Educación, es «fundamental» recuperar la presencialidad, sobre todo para el alumnado de menor edad y teniendo en cuenta su importancia a nivel «socioemocional». En este sentido, ha apelado a la «responsabilidad individual y social», puesto que será clave para frenar la expansión del virus.
En el caso de presentar síntomas, las familias tendrán que ponerse en contacto con el centro y remitir un justificante, por lo que estos casos no contarán como faltas. Este procedimiento se llevará a cabo, también, en los casos de cuarentenas, y se garantizará la conexión y la organización de tareas.
PREPARACIÓN DEL CURSO
Pomar ha asegurado que la Xunta apuesta «con fuerza» por profesores de refuerzo, con 600 más a través de los contratos programa, y otros 200 más en infantil y primaria para llevar a cabo la cobertura de las 150 unidades nuevas.
Las universidades, por su parte, arrancarán algo «más tarde de lo habitual» debido a la celebración de la convocatoria extraordinaria de la ABAU, y Pomar ha avanzado que cuenta con reunirse o comunicarse con los rectores en próximas fechas. En todo caso, se ha mostrado «convencida» de que las instituciones académicas tendrán «todo en orden» y estarán «muy alerta», cada una con sus propios planes de contingencia y su modelo para combinar la presencialidad con la teleformación en los casos en los que sea necesario.