La concejala de educación del Ayuntamiento de Santiago, Noa Díaz, ha considerado «precipitado» el inicio del curso escolar el próximo 10 de septiembre, dadas las circunstancias actuales en las que los centros desconocen el protocolo definitivo para articular las medidas de prevención frente a la pandemia de la COVID-19.
«Me parece precipitado en la situación en que se está en este momento, de previsión del Gobierno autonómico, a lo mejor empezar el día 10 de septiembre. Pero a lo mejor en tres días encontramos la luz y sí somos capaces de articular el comienzo del curso para el día 10», ha destacado la edila en rueda de prensa.
Así, a preguntas de los periodistas, se ha referido a las declaraciones del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en relación a la fecha del día 7 para que esté listo el protocolo de vuelta a las aulas.
Al respecto, se ha preguntado «cómo en tres días van a ser capaces de organizar ese mecanismo» no solo los ayuntamientos, sino también las ANPA y el personal docente y no docente. «Si los protocolos se conocen mañana pues sí es posible», ha puntualizado.
De este modo, ha aludido también a las palabras de la conselleira de Educación de este martes, cuando habló de zonas en que «a lo mejor» el curso no podrá empezar ese día 10.
«Si la consellería comenzase a trabajar antes, quizá el curso podría empezar antes», ha advertido, antes de ratificar que, en su opinión, el curso «debería ser presencial» y «en las mejores condiciones».
Cuestionada por si la Xunta solicitó algún otro espacio para disminuir las ratios de alumnos por centro, ha respondido que «si lo considerase necesario» y así lo demandase, el Ayuntamiento «no tendría ningún problema», aún teniendo en cuenta que «en Santiago puede resultar un poco más complicado» encontrarlo y que debería hacerse «con todas las garantías».
COMEDORES
Precisamente con la vista puesta en ese regreso a las aulas, la concejala ha sido interrogada sobre los cambios que habrá en los comedores escolares, y ha subrayado que «se está en pleno proceso de».
A la espera de los protocolos de la Xunta, y esperando conocerlos antes del día 7, puesto que es «francamente complicado en tres días organizar este servicio», ha reivindicado el trabajo de la concejalía también a lo largo del mes de julio, cuando se reunió con los directores de los centros.
En este sentido, ha hablado de dos «posibilidades», la ampliación de los espacios y la ampliación de los turnos. «No nos gustaría ampliar turnos, intentaremos que no sea así», ha apuntado.
Como «cada centro tiene sus particularidades», la empresa que gestiona el servicio entregó un documento hace unas semanas a solicitud del Consistorio, para saber las «necesidades en función de las distancias». «Entran juegos de geometría, si están encarados sirve metro y medio, si no, no. En cuanto sepamos, daremos respuesta», ha destacado Díaz.
Así las cosas, ha reiterado que su «intención es que haya los menos turnos posibles y ampliar esos espacios», pero ha apelado a las competencias municipales al asegurar que no le corresponde al Ayuntamiento decidirlo.
«Nosotros lo que estamos es elaborando un documento. Hay centros que no van a necesitar esa ampliación. Pero en los que sí, tienen que decir de qué espacios podemos disponer para ampliar y garantizar sobre todo la seguridad de los niños y del personal. Si así fuese, pondríamos todos los medios para esto», ha expuesto.
En cualquier caso, entendiendo «la preocupación de las familias», ha mandado un «mensaje de tranquilidad» sin querer «echar balones fuera», pero asumiendo que el escenario es «incierto» y que «todos están abiertos».
OBRAS
En su comparecencia, la concejala informó de las obras de verano en escuelas infantiles y centros públicos de educación de primaria y secundaria de la ciudad.
«Esas obras obedecen este año sobre todo a una cuestión más de higienización y de prepararlos ante este curso complicado», ha resaltado.
Puesto que este año no había actividad lectiva desde antes, las obras –de mantenimiento, conservación y reparación– comenzaron en abril.
Dentro de un plan de mejora a cuatro años dotado con 1,6 millones de euros (400.000 euros al año, una pequeña cantidad se reserva para la campaña de obras de navidad y para el mantenimiento durante el año), el importe total previsto para el contrato de 2020 asciende a 366.666 euros, puesto que se firmó con Espina & Delfín en febrero.
Hasta ahora (de febrero a agosto) unos 280.000 euros, de ellos en torno a 244.000 en verano, por lo que queda un presupuesto de septiembre a diciembre de más de 36.000 euros.
«Es una apuesta por la educación pública en nuestro ayuntamiento, para contar con unas instalaciones de calidad. Defendemos una educación pública sólida y eso precisa de unas instalaciones adecuadas», ha concluido Díaz.
Asimismo, ha llamado la atención sobre que «este año por primera vez el contrato lleva consigo una aplicación informática que permite (antes no era así y era menos transparente) que los centros hagan sus peticiones o demandas».