El Sindicato de Enfermería (Satse) ha solicitado al Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, que ejerza una labor de mediación ante el Gobierno y las consejerías de Sanidad y de Educación de las comunidades autónomas para proteger la salud de los menores en el próximo curso 2020-2021, a través de la implantación generalizada del enfermero escolar, ya que «supone una figura imprescindible para la prevención, vigilancia y control de la transmisión del coronavirus en los centros educativos».
De cara a la reunión del Consejo Interterritorial conjunto entre los responsables nacionales y autonómicos de Sanidad y Educación el próximo 27 de agosto, el presidente de Satse, Manuel Cascos, se ha dirigido por carta al Defensor del Pueblo para trasladarle la necesidad de que, entre las decisiones que se adopten en este encuentro y en días posteriores, se priorice la protección de la salud de los menores, a través de la dotación necesaria de enfermeros escolares, que «deben tener una adscripción y dependencia directa y exclusiva del centro de atención primaria de referencia, pero con presencia continua en el centro escolar que corresponda y en plena coordinación y colaboración con el resto de la comunidad educativa».
Saste lleva años trabajando y reclamando en solitario y también como miembro de la Plataforma de Enfermera Escolar, integrada además por el sindicato de Educación ANPE y por el Foro Español de Pacientes (FEP), la presencia de enfermeros en los centros educativos. Tras la expansión del COVID-19 en España ha reforzado sus acciones ante las administraciones competentes al considerar que estos profesionales sanitarios «son los más idóneos para realizar la detección precoz de casos y la gestión adecuada de los mismos con arreglo a los protocolos establecidos».
La organización sindical recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado la presencia de enfermeros escolares en los centros educativos como uno de los ejes para el control de la epidemia en los mismos, minimizando así el riesgo de extensión de los contagios desde el ámbito educativo al núcleo familiar y de ahí al resto de la sociedad.
De igual manera, la Comisión para la Reconstrucción social y económica en el Congreso de los Diputados, que recientemente finalizó sus trabajos, recomendó garantizar la idoneidad de las condiciones materiales y de personal en los centros educativos que esta nueva situación requiere con equipos de Enfermería.
El presidente de Satse también subraya al Defensor del Pueblo que el enfermero escolar libera al personal docente de las responsabilidades sanitarias que se le pretende asignar en los equipos COVID-19 que el Gobierno ha sugerido crear en cada centro escolar, sin que ello merme las otras responsabilidades no sanitarias que el personal del centro deberá asumir como miembro de dichos equipos.
Además, reivindican que el enfermero escolar «posibilitaría una mejor planificación de las actuaciones y una respuesta más rápida ante los posibles casos de COVID-19 que se puedan presentar, coordinándose de manera directa con Atención Primaria, Salud Pública y los servicios sociales».