Nova Escola Galega ha presentado este jueves una batería de medidas orientadas a que los partidos políticos las estudien e incorporen a sus programas electorales en un documento en el que hacen hincapié en los beneficios de la presencialidad escolar y reclaman medios, estabilidad y autonomía pedagógica para los centros educativos de la comunidad.
A través de una rueda de prensa virtual, los representantes de Nova Escola Galega han desgranado las propuestas y orientaciones de su documento, que transmitirán a las formaciones políticas por si «consideran incorporarlo a sus programas electorales».
La propuesta parte de que la «educación es un derecho de todos» que debe «sentirse y vivirse con equidad» y requiere de «centralidad» en la sociedad actual, ha dicho Antón Costa.
Para ello, reclaman que Galicia lleve adelante un «proyecto educativo propio» y que se fortalezcan los centros públicos con inversión y medios, así como una enseñanza laica. Para la entidad, la cultura y la lengua gallega deben «impregnar los currículos escolares».
Del mismo modo, Antón Costa ha afirmado que la crisis de la COVID-19 «pone de manifiesto la necesidad de la presencialidad de las personas» en el ámbito escolar, particularmente en la enseñanza no universitaria, donde es esencial «la comunicación directa de los profesores con los estudiantes» para promover el «desarrollo emocional» a mayores del intelectual.
En cuanto a medidas más concretas, Belén Piñeiro ha reclamado la creación de más plazas públicas de educación infantil, la revisión de las ratios docente/alumnos o la dotación de profesorado de apoyo que «permita atender a la diversidad educativa con calidad y sin segregaciones».
«Esta crisis ha demostrado que el sistema educativo es débil y está falto de medios», ha dicho Piñeiro, para quien es «necesaria una revisión de los tiempos escolares» para «facilitar la conciliación familiar, escolar y laboral», así como para «posibilitar las prácticas educativas de innovación, que actualmente no tienen hueco».
A nivel social, han subrayado la «necesidad de que el territorio gallego disponga de una red de conexión a Internet de calidad, efectiva y con la máxima calidad» y han reivindicado que se «propicie la autonomía pedagógica de los centros», así como la financiera. «De la reflexión de la comunidad educativa debe salir como afrontar la distribución de tiempos y tareas escolares», han resumido.
Nova Escola Galega apuesta por eliminar las subvenciones a los centros que segregan por sexo e ir reduciendo los convenios en favor de las plazas públicas, así como por «promover la gestión pública y directa de los servicios complementarios» y apoyar la estabilidad de la red de bibliotecas escolares.
En el ámbito del profesorado, han exigido «estabilidad» tanto para los profesores como para los equipos docentes y una revisión de su formación, al tiempo que han reclamado una «nueva norma» que «sustituya al decreto del plurilingüismo y que permita avanzar al gallego en la enseñanza».