Las empresas auxiliares del naval acreedoras de Hijos de J. Barreras, agrupadas en la sociedad Uninaval, han acordado este martes conceder el plazo de 3 meses solicitado por el astillero, ante el «previsible acuerdo de refinanciación».
Así lo ha trasladado Uninaval a través de un comunicado, en el que ha confirmado que su junta general ha decidido por unanimidad aceptar esa espera de 3 meses que había reclamado Barreras, para cerrar los flecos del acuerdo de refinanciación, y en los que había pedido a las auxiliares que no instaran el concurso.
Estas empresas acreedoras (alrededor de una treintena, a las que se les deben unos 25 millones de euros) han trasladado su confianza en que Barreras presentará el acuerdo de refinanciación en el juzgado mercantil antes del día 2 de febrero, fecha en que acaba el plazo del preconcurso del astillero.
Asimismo, han reiterado su «compromiso con la viabilidad» de Barreras, «a pesar del profundo malestar por la falta de interlocutores para haber intentado un negociación en el período preconcursal». «La comunicación y negociación con el astillero en estos cuatro meses ha sido prácticamente nula, mostrando con ello una falta de respecto hacia la industria auxiliar», ha lamentado Uninaval.
Finalmente, tanto Uninaval como la patronal del sector metal, Asime, han reiterado su confianza en que «pronto» las empresas auxiliares puedan cobrar «la deuda total» que Barreras tiene con ellas.
CONTROL DEL ASTILLERO
El mayor astillero privado de España, acuciado por el sobrecoste de varios encargos y con una deuda creciente, entró en preconcurso en octubre del año pasado, días después de que, a instancias del accionista mayoritario (la petrolera mexicana PEMEX), fuera cesado su presidente, José García Costas. Asimismo, solicitó al juzgado la disolución de la sociedad al encontrarse en situación de desequilibrio patrimonial.
Durante los últimos meses el principal cambio en el astillero ha sido el anuncio de la toma del control de la empresa por parte de su cliente, el armador del crucero ‘Evrima’, Ritz Carlton, tras llegar a un acuerdo con los dueños del 75 por ciento del astillero (la filial de Pemex, PMI, con el 51 por ciento de los títulos, y el grupo Albacora, dueño del 24 por ciento de las acciones).
Sin embargo, la multinacional, que ha llegado a comprometer la construcción de un segundo crucero de lujo en Vigo, no ha logrado todavía hacer efectiva esa toma de control, ya que está pendiente de presentar el plan de reestructuración.