Representantes de la CIG se han concentrado ante la central térmica de Meirama para exigir una transición energética «justa» y alternativas que permitan el mantenimiento de los empleos y de una actividad industrial.
Con esta protesta, la central quiere denunciar, según ha explicado el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, «la incapacidad» del Gobierno gallego y del español ante una situación de transición «que está siendo totalmente injusta para Galicia y para esta comarca», ha dicho en alusión a los municipios afectados por la situación de la central de Meirama.
Además, desde la CIG se ha denunciado que, un año después de que Naturgy anunciase el cierre de la central, la zona de Ordes-Cerceda «esté excluida de los planes estratégicos para una transición energética justa».
En concreto, Carril ha alertado que para Galicia no existe «ni un convenio similar a los pactados para Aragón, Asturias o Castilla y León, ni tampoco se está aplicando ninguna de las medidas recogidas en el plan de acción urgente (2019- 2023) para las comarcas afectadas por el cierre de las centrales».