El personal de Ence ha iniciado este sábado la primera de las 12 jornadas de huelga convocadas por el comité de empresa de la planta de Pontevedra contra la intención de la compañía de iniciar un procedimiento de despido colectivo en el centro de trabajo de Lourizán.
En declaraciones a Europa Press, el presidente del comité de empresa, Santiago Cerqueiro, ha sostenido que «la plantilla al completo» ha secundado este sábado el paro, en una jornada que ha transcurrido «de forma tranquila».
Ahora, según ha indicado, están a la espera que de que les convoque la empresa para sentarse a negociar para que «saquen el ERE de encima de la mesa».
Por su parte, en un comunicado remitido a los medios, la federación de Industria de la CIG, que también ha señalado que «la plantilla al completo» ha secundado el paro, ha exigido la intervención de la Xunta en la búsqueda de alternativas que garanticen el mantenimiento de todos los empleos. Además, ha reiterado la necesidad de «cerrar el ciclo productivo para terminar con el carácter especulativo de la actividad pastera».
El sindicato nacionalista ha demandado la participación de la Consellería de Industria y de la propia Presidencia de la Xunta en la toma de decisiones –junto a la empresa y a la representación del personal– orientadas a preservar los puestos de trabajo.
«Lo que está ocurriendo demuestra que Ence no cuenta con planes industriales de futuro y que su interés se basa únicamente en el expolio de recursos», ha señalado el secretario nacional de la CIG-Industria, Marcos Conde.
POSTURA DE LA EMPRESA
Por su parte, fuentes de la compañía han incidido en que la dirección ha mantenido distintas reuniones con el comité de empresa de la biofábrica de Pontevedra con el objetivo de evitar la huelga y abrir un espacio de diálogo que permitiese buscar soluciones consensuadas.
La entidad señala que la situación se plantea tras sumar cuatro trimestres consecutivos de pérdidas e indica que se ha propuesto posponer el inicio del procedimiento de despido colectivo y abrir un periodo de diálogo de 30 días, del 20 de noviembre al 19 de diciembre de 2025, ampliable de mutuo acuerdo, para analizar conjuntamente medidas voluntarias.
Entre ellas, las prejubilaciones, bajas incentivadas o recolocaciones internas, así como «cualquier otra iniciativa que pueda plantear cualquiera de las partes» y que «permitan adecuar» la dimensión de la plantilla a las necesidades actuales y futuras de la planta».
La compañía asegura que este mismo planteamiento de diálogo fue propuesto y aceptado en la fábrica de Navia, en Asturias.
Por último, ha indicado que el Plan de Competitividad no supone recortes arbitrarios, sino mejoras de los procesos para ganar eficiencia y competitividad en línea con lo que está haciendo el sector industrial.

