La planta de Alfaprogal, en Palas de Rei (Lugo), gestionada por la firma Bioflytech, dedicada a la producción de derivados de la larva de la mosca soldado negra, con aplicaciones en sectores como el acuícola, agroganadero y farmacéutico, está en pleno proceso de ampliación que le permitirá quintuplicar su producción.
La conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, ha visitado esta fábrica, en donde ha destacado el papel estratégico de Galicia como polo de atracción para proyectos industriales innovadores vinculados a la economía verde y circular.
Como puso en valor la conselleira, esta instalación de 2023, que se convirtió en la primera de sus características en todo el territorio español, está en proceso de ampliación con el objetivo de quintuplicar su producción con un proyecto que implica la inversión de 100 millones de euros.
Vázquez subrayó el compromiso de la compañía con la investigación, la sostenibilidad y la innovación, valores que han guiado su crecimiento y consolidación en la comunidad gallega.
Acompañada por el alcalde de Palas de Rei, Pablo Taboada Camoira, fue el propio CEO de la empresa, Jesús Rodríguez Pallares, el que dirigió la visitada a Bioflytech y explicó que el objetivo es pasar de las 12.000 toneladas de producción actuales a 62.000 toneladas anuales de larvas, lo que permitiría completar todo el proceso de producción dentro de Galicia y posicionar a la comunidad como líder mundial en la obtención de proteína de insecto.
También estuvo presente la directora xeral de Calidade Ambiental e Sostibilidade, María José Echevarría, donde conocieron estas instalaciones en las que se desarrolla parte del proceso de obtención de harina proteica, destinada principalmente a la alimentación de animales domésticos, peces y aves.
Ángeles Vázquez puso en valor el modelo de Bioflytech como ejemplo de industria sostenible, en la que las larvas se alimentan con subproductos vegetales para generar proteína de alta calidad, grasas funcionales y fertilizantes orgánicos. Entre sus principales productos destacan la larva seca –rica en proteínas y de alta digestibilidad–, la harina desgrasada de mosca, aceites con usos tanto en alimentación animal como en cosmética y farmacia, y compost orgánico generado a partir del proceso de biodigestión.
Las actuales instalaciones ocupan una parcela de 14 hectáreas y cuentan con seis naves de engorde, una línea de procesamiento de gases única en el mercado, una zona de secado y dos líneas de producción tradicionales. La futura ampliación, para la cual se ha solicitado su reconocimiento como Proyecto Industrial Estratégico (PIE), permitirá además la creación de 100 nuevos empleos directos, que se sumarán a los 22 actuales.
Ángeles Vázquez defendió la «economía verde» como un mecanismo para dinamizar la comarca de una forma novedosa: «De la que tenemos que sentirnos muy orgullosos como gallegos».
Por su parte, el CEO de la empresa destacó que la implantación de empresas en la zona rural suponen un impulso al empleo y al crecimiento de la población.