El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, afirma que el Gobierno gallego sigue «muy de cerca» la situación de la planta de Sargadelos en Cervo (Lugo) y espera que vuelva a la actividad «cuanto antes».
En comparecencia ante los medios de comunicación después del Consello de la Xunta, Rueda ha dicho estar en «permanente contacto» tanto con el empresario, Segismundo García, como con «representantes de los trabajadores». La factoría lleva años sin comité de empresa pero responsables de UGT, CC.OO. y CIG los asesoran desde que la semana pasada saltara el conflicto, por el pulso que el dueño mantiene a la Inspección de Trabajo.
Esta abrió expediente laboral a la compañía tras detectar que dos trabajadoras han desarrollado silicosis, por lo que la dirección de la factoría fue requerida para que subsane hasta 36 deficiencias y fue multada con 5.000 euros.
«Lo que veo deseable es que la actividad en una factoría tan importante por muchísimas razones (…) se retome cuanto antes», ha destacado Rueda. Jueves y viernes de la semana pasada, los empleados de producción pasaron su jornada laboral a las puertas de la planta, tras echar las llaves la dirección. Este lunes, «unos pocos» han pasado, pero «parece ser que no tienen trabajo efectivo», según los sindicatos. Un reducido número aceptó adelantar vacaciones y la mayoría ha vuelto a pasar la jornada en los exteriores de las instalaciones.
El titular del Ejecutivo autonómico ha defendido estar haciendo lo que cree que les «corresponde» y ha insistido en que «hay que retomar la actividad cuanto antes».
En concreto, Alfonso Rueda había sido preguntado por las palabras de la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana, quien en una entrevista indicó el paso de favorecer la venta «siempre lo tienen abierto» cuando la gestión, la dirección o la propiedad de la empresa «en un determinado momento, no puede continuar o no quiere».
«DESENLACE»
Este lunes, Rueda ha insistido en que, de no producirse la reapertura, «se estaría ante otro escenario». Cuestionado por la concreción de ese «otro escenario» que no observa «deseable para nadie», ha explicado que, de no producirse la reapertura, habría que analizar «cuál sería la forma jurídica de ese no abrir».
Así las cosas, constata que la situación está en «un impasse» y ha resaltado que «esto necesita un desenlace», que él espera que sea el de la vuelta a la producción.
Por último, ha reiterado que no está «conforme» con lo ocurrido y ha reclamado el cumplimiento de la legislación laboral, que «es ineludible», si bien «otra cosa es la flexibilidad» para «restablecer» la situación y «que cuanto antes Sargadelos siga siendo un origen de buenas noticias y no las que está generando».