Aliseda Inmobiliaria dispone de 78 terrenos destinados a la promoción residencial en Galicia, con capacidad para construir más de 4.000 viviendas.
Así lo ha señalado este martes en Vigo el director de Suelo de Aliseda, Luis Alonso, en el marco de la presentación de su plan ‘Somos Todoterreno’, para la venta de suelos a promotores con fórmulas de financiación flexibles, cuyo objetivo es potenciar el crecimiento del parque residencial español y mejorar el acceso a la vivienda de las familias.
En concreto, en la Comunidad la compañía tiene 78 terrenos, de los cuales 26 están ubicados en la provincia de Pontevedra, con una edificabilidad de hasta 988 viviendas. Además, 12 de estos están en la ciudad de Vigo, donde se podrían crear hasta 261 hogares.
En A Coruña, Aliseda pone a disposición de promotores 38 activos para hacer 2.436 viviendas. En Ourense, son ocho los suelos disponibles para 117 viviendas y en Lugo, seis terrenos para 556 nuevos hogares.
Luis Alonso ha destacado la flexibilidad que aporta la empresa para poner en marcha proyectos de promoción inmobiliaria antes de obtener la financiación bancaria, el principal «escollo» que encuentran estos profesionales para iniciar sus proyectos.
Él ha explicado que, a nivel nacional, Aliseda ofrece unas condiciones «ventajosas» en 890 suelos con fórmulas de pago flexible. Esto es, por ejemplo, entrada desde el 5% del precio y pago aplazado en diferentes modalidades.
Asimismo, la firma ofrece a los promotores un acompañamiento «integral» en todo el proceso de adquisición del suelo, proyectos de ‘build to sell’, comercialización de activos y ‘project monitoring’.
Antes, en el marco de este evento sectorial que ha reunido a cerca de 200 profesionales, el economista y profesor de IESE, Javier Díaz-Giménez, y la periodista Beatriz Solano han analizado las principales claves del sector inmobiliario español.
Díaz-Giménez ha subrayado que el problema no es de demanda, sino de oferta. Para él, «todas las medidas» tomadas al respecto por parte de las administraciones han sido «contraproducentes», ya que si se protege demasiado al inquilino, esto desincentivará que se pongan en el mercado más pisos en alquiler.