La Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE) ha reclama la ampliación presupuestaria por compensaciones del CO2 indirecto, hasta los 850 millones de euros permitidos, y la reforma del Estatuto de los Consumidores Electrointensivos, para mitigar el impacto de los precios energéticos en la actividad industrial, y para «romper la brecha que aleja al consumidor industrial español de sus principales competidores».
La asociación de la gran industria ha celebrado este martes su Asamblea Anual, en la que su presidente, José Antonio Jainaga, destacó la insuficiente aportación presupuestaria para compensar los costes indirectos de CO2 a los que las grandes industrias tienen derecho.
En este sentido, AEGE indicó que en 2023 la recaudación del Estado por los derechos de emisiones de CO2 superó los 3.600 millones de euros y según detalla la Ley de Cambio Climático y Transición Energética la industria en riesgo de deslocalización puede acceder hasta a un 25% de estos ingresos, lo que permitiría alcanzar sin problemas los 850 millones de euros a los que da derecho la normativa europea, «muy lejos de los 300 millones anunciados por el Gobierno para este ejercicio».
Jainaga también realizó un repaso del ejercicio 2023, un año en el que destacó que la industria electrointensiva continuó siendo castigada por el elevado precio de su mercado eléctrico, «un lastre en su competitividad que se ha traducido en una nueva caída de la demanda eléctrica en 2023 del 8%», advirtió.
De esta manera, en los dos últimos años esta caída del consumo eléctrico alcanzó el 30%, lo que significa que la actividad industrial de los asociados de AEGE sigue sin recuperarse.
La industria electrointensiva subrayó que el coste eléctrico sigue penalizando a la industria española, cuya factura eléctrica ha llegado a alcanzar en muchas empresas hasta el 50% de sus costes de producción.
Por ello, Jainaga consideró «prioritario que la industria española goce de buena salud que le permita competir en los mercados internacionales y mantenerse como motor de crecimiento económico y de creación de empleo en el país».
Además, pese a la rebaja de los precios de la energía en 2023, AEGE estimó que la electricidad en el mercado mayorista se situó en unos niveles muy superiores a los históricos observados hasta el inicio de la crisis en 2021, que además «se vieron acrecentados por la desventaja frente a otros países en los que se aplican medidas efectivas para garantizar la competitividad de sus industrias», añadió la asociación.
De esta manera, en previsión de un 2024 en que el que afirmó que la brecha en precios eléctricos con los países del entorno «va a aumentar de nuevo», pidió una apuesta por «asegurar la viabilidad de la industria electrointensiva a partir de unos precios asequibles que aplican países como Alemania o Francia».
UNO PRECIO DE 60 EUROS/MWH ESTE AÑO, MÁS DEL DOBLE DE FRANCIA
«Para fin de año, se estima un precio para la industria electrointensiva española de 60 euros/MWh, más del doble que el precio francés, que es de 24 euros/MWh. Por lo que sin medidas que nos equiparen, el riesgo de parálisis y deslocalización de la actividad industrial seguirá vigente este 2024», aseguró Jainaga.
Asimismo, AEGE confía en que para el segundo semestre del año la industria cuente «con el apoyo gubernamental necesario que le permita avanzar con firmeza en el proceso de descarbonización y contribuir de forma sólida y sostenida a la economía y al empleo».