El secretario de Coordinación Sectorial y responsable de los servicios jurídicos de Unións Agrarias, Félix Porto, ha acusado a CAPSA FOOD (Larsa y Central Lechera Asturiana) de iniciar una «campaña de asedio» contra esta organización agroganadera después de que esta la señalase como una de las principales responsables de la reducción de los precios de la leche en Galicia.
«Trata de amedrentarnos por vía judicial», ha dicho a la entrada del Juzgado de lo Mercantil 3 de A Coruña antes del inicio del procedimiento iniciado por la industria láctea asturiana, una de las principales empresas que recoge leche en la comunidad gallega, al demandar al sindicato.
Para Porto, CAPSA FOOD ha iniciado una «campaña de asedio directamente contra Unións Agrarias», con unas demandas interpuestas, según ha especificado, por unas declaraciones hechas en «los años 21, 22 y 23» en las que manifestaban que «se estaba produciendo un incremento considerable de costes de producción que no se estaba compensando y no se cumplía la ley de cadena por parte de las industrias».
«CAPSA FOOD trata de amedrentarnos por vía judicial, de intentar callarnos y tergiversar aquellas palabras que dijimos en su día y está atentando contra la libertad sindical y contra, lo que es más importante, la libertad de expresión y la libertad de negociación colectiva de un sector que lleva padeciendo años el comportamiento de las industrias lácteas», ha apuntado.
A este respecto, Porto ha insistido en que el sindicato no va a «rectificar ni un ápice» y se «ratifica» en lo dicho. Lo hace, según ha explicado, con el objetivo de «defender los intereses de los productores, de los afiliados de Unións Agrarias y del sector productor en su conjunto para evitar comportamientos como este» ya que existe «una diferencia clara» entre lo que cobran y pagan por la leche productores asturianos y gallegos.
«No parece razonable que existan diferencias de precios única y exclusivamente por razón de ubicación de la explotación, nos parece una desfachatez y no hay absolutamente nada que justifique esa diferencia de precios», ha argumentado tras concretar que hay «entre siete y cuatro céntimos históricamente de diferencia entre lo que cobra un productor gallego y un productor asturiano».
«Con esta demanda se demuestra que no existe negociación real entre productores e industrias y, una vez más, que las industrias quieren imponer a toda costa el que es su criterio», ha concluido.