El comité de empresa de Vitrasa ha recordado este miércoles al gobierno de Vigo que las manifestaciones enmarcadas en la huelga de los trabajadores de la compañía son convocadas por hasta cuatro sindicatos y no solo por la CIG.
En un comunicado, los empleados de la concesionaria del transporte urbano de la ciudad olívica han respondido a las declaraciones del portavoz del gobierno local, Carlos Font, que volvió a insistir en que es el BNG y la CIG quien está detrás de los manifestantes, pese a que las concentraciones las organiza también CC.OO., UGT y USO, junto con la CIG.
«Nuevamente debemos recordar a Font que el comité de empresa de Vitrasa está conformado por cuatro grupos sindicales bien diferenciados y con ideas propias y que ninguno de estos grupos tiene una mayoría absoluta para tomar decisiones unilateralmente sin consensuar con el resto, al contrario de lo que ocurre en el Ayuntamiento de Vigo», ha subrayado el comité.
Por ello, han pedido al gobierno local que deje de «verter mentiras» sobre Vitrasa. «Precisamente es en el Ayuntamiento de Vigo donde no se tiene en cuenta las ideas, reclamaciones y propuestas realizadas por otros grupos minoritarios, impidiendo a los representantes de una parte importante de la ciudadanía expresar los deseos de sus representados», han añadido.
Los empleados han afeado el comportamiento de los socialistas vigueses, que se sitúan «muy lejos de los obreros» y «muy cerca de una empresa privada» que tiene una concesión pública «otorgada a dedo estos últimos 5 años». El comité también ha lamentado que la empresa pretenda que se desconvoque la huelga «sin ofrecer nada a cambio».
NUEVOS ATAQUES A BUSES
Precisamente también este miércoles Vitrasa ha vuelto a informar de nuevos ataques vandálicos a cuatro de sus autobuses, sumando ya 28 vehículos dañados desde el comienzo de la huelga indefinida, el pasado 25 de noviembre.
En concreto, en uno de los ataques había un usuario a bordo «que estuvo a punto de ser alcanzado por un proyectil», según denuncia la empresa en un comunicado, estimando los costes en 27.000 euros desde noviembre.