Un 99% de los ayuntamientos gallegos tendrán acceso a servicios financieros, tras la adhesión de cinco municipios a la segunda fase del protocolo de colaboración firmado entre el Gobierno autonómico y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp).
Según ha informado la Xunta a través de un comunicado, la iniciativa esta dirigida a los ayuntamientos que aún no contaban con servicios bancarios. En esta fase, se adhirieron cinco municipios ourensanos: Castrelo do Val, Punxín, Toén, Beade y Ribas de Sil.
Así, en la mañana de este viernes se han reunido el director xeral de Política Financeira e Tesouro, David Cabañó, el delegado de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, y el coordinador institucional de Abanca en Ourense, Mateo Alonso, en una visita al cajero del Castrelo de Val, un de los últimos municipios a unirse a la iniciativa.
Además, de acuerdo con el Gobierno gallego, el objetivo de la iniciativa es «luchar contra la problemática que suponía el acceso a los servicios bancarios en el rural, evitar la exclusión financiera y promover que toda la población gallega, independiente donde sea su lugar de residencia, tenga acceso a los servicios financieros».
De este modo, la actuación permite a los municipios tener cajeros automáticos en sus ayuntamientos, además de disponer de un servicio de asistencia financiera para resolver cualquier duda y poder contratar productos igual que en una oficina bancaria convencional; así como la oportunidad de recibir formación financiera y banca electrónica para que puedan utilizar estos servicios a través de las nuevas tecnologías.