Los propietarios forestales gallegos facturaron en el último año 348 millones de euros, lo que supone en torno a un 40% más que hace dos años y un 20% más que hace un año, según los datos de la Asociación Forestal de Galicia.
Del total de la facturación, 192,7 millones de euros corresponden al eucalipto, 149 a las coníferas y 6,5 a las frondosas caducifolias, «que más allá de su uso para leñas domésticas, continúan teniendo un aprovechamiento residual para la industria», según destaca.
La mejora de la facturación la explica por «un doble motivo encadenado»: la subida del precio de la madera en monte, que llevó a un incremento de las cortas. «Al pagarse más la madera, se cortó más», advierte.
En cifras, la subida de cortas en los últimos dos años superó el 17%, llegando en 2022 a 10,7 millones de metros cúbicos cortados, de los que un 58% corresponden a eucalipto (6,2 millones de metros cúbicos), 4,2 millones a pinos (39%) y 300.000 metros cúbicos a frondosas caducifolias (3%).
El aumento del volumen de cortas fue «parejo» en el último año en pinos y eucalipto, con entorno a un 11% más en ambas especies. La asociación lo atribuye a los «buenos precios del mercado» pero también tiene en cuenta que en los últimos meses del año hubo un aumento de la saca de madera afectada por los grandes incendios forestales de verano.
Los datos de las cortas corresponden a propietarios privados (comunidades de montes y particulares), que suman el 98% de la madera cortada en Galicia, en tanto el restante 2% procede de montes de gestión pública.
En facturación, los ingresos para los propietarios forestales en 2022 aumentaron especialmente en pinos, pues los 149 millones facturados por la venta de coníferas suponen un 50% más que la media de los últimos tres años. En eucalipto, fue de 192 millones, la mejor cifra desde 2018.