El despido de 100 empleados del astillo vigués Hijos de J. Barreras se ha hecho efectivo este lunes, tal como han informado fuentes del comité de empresa a Europa Press, después de que el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, acordase la semana pasada la extinción, con fecha a 1 de agosto, de los contratos de un centenar de empleados de la compañía, que está en fase de liquidación tras haber sido declarada en concurso voluntario.
Pese a que los empleados aseguraron su intención de recurrir esta decisión judicial, los despidos se han llevado a cabo. La resolución del Mercantil número 3 de la ciudad olívica afecta también a otras dos empleadas que realizan labores administrativas y que seguirán en activo hasta que sea solicitado por la Administración Concursal, pues sus puestos son necesarios para este periodo de liquidación.
Según lo dispuesto por el juzgado, los afectados por este despido colectivo se mantuvieron en expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta este pasado domingo y serán indemnizados con 20 días por año trabajado.
La magistrada tomó esta decisión una vez quedaron acreditadas, según explicó, «las causas económicas y productivas motivadoras de la medida interesada, consistente en la extinción colectiva de los contratos de trabajo de 102 trabajadores de la plantilla».
El cierre de Barreras supondrá el despido de 100 de sus 120 trabajadores, después de que Astilleros Armón adquiriese la unidad productiva de la compañía y acordase contratar a 20 de sus empleados.