El vicepresidente primero y conselleiro de Economía, Industria e Innovación, Francisco Conde, se ha reunido esta semana con la conselleira delegada de Pymar, Almudena López del Pozo, con la que ha abordado los objetivos de la Estratexia Naval. Este marco también debe incluir las distintas iniciativas que se ajusten al Perte aprobado para el sector y del que está pendiente por parte del Gobierno la convocatoria de ayudas a los fondos de la UE.
Explican en un comunicado que esta reunión forma parte de la ronda de contactos que la Xunta mantiene con los diferentes agentes de la industria para incorporar a este nuevo texto sus aportaciones.
«La colaboración de Pymar es fundamental para identificar proyectos promovidos por las empresas gallegas del naval que puedan optar a los fondos europeos, presentando especial atención no solo a los astilleros, sino también a la industria auxiliar y a toda la red de pequeñas y medianas empresas del ecosistema empresarial asentado en Galicia», explican.
Recuerdan además que el Perte del naval cuenta con un presupuesto de 310 millones de euros, con los que se prevé movilizar 1.460 millones de euros.
Esperando que se pueda confirmar la apertura de las primeras convocatorias por parte del Gobierno central, remarcan que estas ayudas están relacionadas con la modernización y diversificación del sector y con las tecnologías navales.
«Por lo tanto, siendo Galicia una de las comunidades que cuenta con más empresas vinculadas a esta industria, la Xunta espera que el papel de las pymes gallegas en este Perte pueda ser significativo», defienden.
Así, señalan que los fondos europeos son una oportunidad para transformar la cadena de valor de la industria naval gallega, «abordando el reto de la digitalización y la diversificación del sector» hacia segmentos como la eólica marina, en lo que Navantia Fene «es ya un referente».
Tal y como ha explicado Conde, la estrategia se centrará en el impulso a proyectos tractores de la mano de entidades como Pymar y priorizará al sector apoyo financiero para completar las medidas a nivel estatal; así como la estimulación de la demanda a través de la diversificación –como es el caso de la eólica marina–; y la generación de un entorno favorable para el desarrollo de nuevos proyectos.