Un total de cinco entidades financieras (Abanca, Banco Santander, BBVA, Sabadell y Caixa Rural Galega) se sumaron ya al programa de la Xunta de Galicia para que las estaciones de servicios puedan hacer frente a los anticipos que están realizando al tener que rebajar 20 céntimos en litro de combustible a sus clientes.
El Ejecutivo gallego incluye esta medida dentro del su Plan de Choque para hacer frente al actual contexto económico porque el descuento activado por el Gobierno central provoca a las gasolineras un problema de liquidez.
En un comunicado, la Consellería de Economía señala que se trata de una línea de reavales por 60 millones de euros que tiene como objetivo facilitar liquidez a todas las empresas gallegas –con especial atención a las estaciones de servicios– para afrontar el alza en el precio de determinadas materias primas como los combustibles. La cuantía de los préstamos oscila entre los 3.000 y los 300.000 euros, con la bonificación de 1,5% en el tipo de interés.
En lo que se refiere a los requisitos para acceder son: que el incremento del coste de las materias primas esté por encima del 50% –el 20% en el caso de las gasolineras– que el gastos en combustible y suministro energético suponga, como mínimo, el 25% de su facturación del año pasado; lo que se trate de empresas con una exposición comercial en los mercados de Ucrania y Rusia.
Este programa se pone en marcha a través de un convenio entre el Igape –dependiente de la Vicepresidencia segunda y Consellería de Economía, Empresa e Innovación–, las sociedades de garantía recíproca (SGR) y entidades financieros, mediante el cual se avalarán operaciones por un máximo de los 80 millones. La cuantía restante (20 millones de euros) es para otras tres líneas adicionales de reavales.
En una de ellas, las estaciones de servicios también se encuentran entre las posibles empresas beneficiarias de llamado reaval funcionamiento, que les permitirá acceder a pólizas de descuentos de efectos, pólizas de crédito e instrumentos de circulante.
En lo que respecta a las otras dos líneas, están pensadas para apoyar inversiones productivas, incluidos los de eficiencia energética, o también para el acceso a avales del tipo técnico de los que suelen ser necesarios para acceder a licitaciones o distintos contratos comerciales.